Archivo – El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos. / Jesús Hellín – Europa Press – Archivo
Las burbujas nos rodean. Los mercados han demostrado siempre que a cualquier revalorización de los precios sigue una devaluación. Es ley económica universal, pero los economistas siempre advierten de que lo que no es posible asegurar es en qué momento se produce el ajuste. Chartistas y fundamentalistas aportan sus teorías para justificar las previsiones. La situación actual es compleja y los organismos y firmas que habitualmente monitorizan los mercados lanzan ya mensajes de advertencia, quizá tímidos, de que la situación actual es de récord. Pero quizá no de burbuja.
Revalorización del oro
El oro ha alcanzado esta semana una nueva revalorización acumulada del entorno del 51% este año. Está en máximos. Se recurre a la descripción de refugio de la inversión, como siempre. El oro es un activo físico relativamente escaso y tendemos a pensar que siempre tendrá un precio. Pero está en récord. Que un anillo de 10 gramos cueste 1.000 euros es un indicador serio de revalorización, cuando hace un quinquenio costaba 150 o 200 euros en la joyería de la esquina.
Más optimistas de lo debido
Y las bolsas siguen en las alturas. El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ya afirmó esta semana algo que las auditoras reiteran desde hace semanas: «Las valoraciones en los mercados son muy elevadas». Tanto la renta variable como la fija incorporan escenarios en sus precios más optimistas de lo debido. «Descuentan un escenario muy benigno como demuestran las primas de riesgo, muy estrechas», dijo esta semana De Guindos en unas jornadas financieras organizadas por el diario económico ‘Expansión’.
Ucrania no está interesada en acabar la guerra
Guindos llega a una conclusión algo alarmante y que se está produciendo desde hace muchos meses: «Los mercados no están valorando de una forma correcta los riesgos geopolíticos». La ministra de Defensa, Margarita Robles, también afirmó en Barcelona algo que ha pasado de puntillas entre los medios de comunicación. En su opinión, la guerra de Ucrania va para largo, ya que Rusia no está interesada en acelerar el final de la guerra. En esas circunstancias, la inestabilidad está asegurada durante mucho tiempo.
Confianza excesiva
Para Guindos, «las actuales valoraciones solo pueden entenderse bajo un escenario muy benigno en el que la política monetaria en Estados Unidos va a continuar con las reducciones de los tipos de interés, en el que se van a ir resolviendo los conflictos comerciales y en el que las economías y las empresas en EEUU van a tener buenos resultados económicos». El problema es que esa bonanza no se va a repartir de manera homogénea en todas las empresas y sectores. Lo cierto es que todo lo que huele a inteligencia artificial se lo lleva todo. El resto de migajas quizá sea una amenaza para la estabilidad.
Mayor gasto en defensa en Europa y el criptoinvierno
El desafío de asumir un importante aumento del gasto en Defensa en Europa para blindarse frente a los intentos de Rusia de poner en jaque la seguridad del bloque de la OTAN quizá sea un elemento dinamizador de la economía en general. Pero los ‘dependes’ tienen excesivo peso para abonarse a las compras desaforadas en bolsa o en otros activos de inversión. Mención aparte quizá el bitcóin, cuyos operadores preveían un recorte importante desde hace meses hasta incluso del 25%. Pero las políticas de Trump animan la inversión en criptomonedas y hacen tambalear el futuro de las entidades financieras tradicionales, algo lentas en tomar partido en el mundo de las monedas digitales. Pero sigue sin descartarse que el universo cuántico haga que el criptoinvierno vuelva para quedarse. Pero eso debería tardar todavía bastante. Pero no se sabe cuándo.
 
                