En plena polémica por la subida de tarifas aeroportuarias para el próximo año, Aena se ha reunido este jueves con las aerolíneas para presentar su nuevo plan inversor para el próximo sexenio (2027-2031). La compañía ha anunciado una inyección de 13.000 millones de euros para los aeropuertos españoles, que supone triplicar las inversiones de los últimos seis años, y cuya puesta en marcha supondrá un incremento de las tarifas aeroportuarias, según el operador aeroportuario.
El gestor semipúblico (el 51% de su capital está en manos del Estado) no cuenta con dinero de fondos públicos, sino que se financia a través de las tarifas aeroportuarias (que es lo que cobra a las aerolíneas por usar sus terminales, pistas, pasarelas, estacionamiento de aviones, servicios de seguridad o servicios de ‘handling’ y que estas repercuten en los precios de los billetes de avión, a lo que suma los ingresos de las actividades comerciales) y de los ingresos de las actividades comerciales de sus terminales.
Tras la salida a Bolsa de Aena, en 2015, el Gobierno estableció un esquema transitorio de diez años en los que no se podían hacer inversiones superiores a los 450 millones de euros al año ni subir las tarifas para evitar sobreinversiones. Pero ese periodo finaliza este año y Aena ha anunciado ya un incremento de las tarifas del 6,5% para el próximo año, hasta una media de 11,03 euros, lo que ha provocado las críticas de las compañías, sobre todo de Ryanair, que ha anunciado un recorte de plazas en los aeropuertos más pequeños.
A partir de 2027, Aena pondrá en marcha su plan de 13.000 millones de euros, de los cuales 9.991 millones corresponden a inversiones reguladas, que afectan a su actividad aeronáutica y, por tanto, se pagarán con cargo a las tarifas aéreas. Falta conocer qué cuantía que se imputará cada año, puesto que aunque la compañía financiará las inversiones con su propia deuda y estas se irán trasladando a las tarifas de los próximos “20 o 25 años” según se vayan amortizando, según han explicado fuentes del gestor aeroportuario.
“Si se extendiera el régimen transitorio de las tarifas debería ir asociado a un régimen transitorio de las inversiones, lo que no es compatible es una cosa sin la otra. Y es materialmente imposible mantener un transitorio que limite la inversión sin poner en riesgo el crecimiento de los aeropuertos, del turismo y de la economía», explican fuentes de la empresa.
Este jueves, en el encuentro entre el gestor y las aerolíneas, Aena ha presentado sus nuevas inversiones y será en las próximas reuniones cuando avance sus planes respecto a las tarifas. Las aerolíneas son partidarias de que una congelación o reducción de las tarifas propicia el crecimiento del tráfico aéreo y, con ello, hace crecer los beneficios de Aena, como ha ocurrido en los últimos 10 años en los que las tarifas han estado limitadas.
«La idea es que este círculo virtuoso se mantenga en el siguiente quinquenio regulatorio 2027-2031, para lo cual es esencial que se establezcan nuevas limitaciones regulatorias similares a la que han estado vigentes hasta la fecha, y de esta forma evitar crecimientos desmesuradas de las tasas, como la subida del 6,5% anunciada para 2026, el primer año en que no aplican las referidas limitaciones», expresó a finales de julio el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), que agrupa a compañías que representan el 85% del tráfico en España, Javier Gándara.
Tras la reunión de este jueves, desde la patronal no han querido hacer comentarios, más allá de subrayar «el valor de la conectividad aérea, que es posible gracias al esfuerzo de las aerolíneas y, con ello, el desarrollo económico, los intercambios comerciales y la cohesión territorial». Pero la polémica parece servida. El próximo miércoles, la aerolínea irlandesa Ryanair ha anunciado una nueva rueda de prensa en Madrid, en la que participará su consejero delegado Michael O’Leary, el mismo que hace unas semanas avanzó en Finantial Times un nuevo recorte de asientos para la temporada de verano si Aena mantenía la subida de las tarifas.
El gestor semipúblico tiene de plazo hasta el 15 de marzo del año que viene para enviar a la Dirección General de Aviación Civil y a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) su propuesta de Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) 2027-2031. Este documento es en el que el gestor aeroportuario recoge las principales actuaciones que se llevarán a cabo en los distintos aeródromos españoles para garantizar que puedan absorber los incrementos de tráfico previstos, así como las tarifas aeroportuarias para el periodo. Su aprobación definitiva se prevé el 30 de septiembre de 2026.
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