El curso ha arrancado con fuerza para el empleo y el mercado laboral español registró su mejor septiembre de los últimos cuatro años. Suma y sigue, España encadena así un lustro completo laboralmente en expansión y las señales de un cierto enfriamiento de ese crecimiento, que asomaron durante meses anteriores, parecen remitir.
La Seguridad Social cerró el mes de septiembre con 31.462 afiliados más, hasta asentarse en un total de 21,67 millones de trabajadores en activo. Como es habitual, las academias, comedores escolares y demás eslabones del sistema educativo recontrataron a todos los profesionales que despidieron durante el verano y ello ha aupado la estadística, compensando las rescisiones en hostelería y comercio tras el fin de las vacaciones.
El paro, por su parte, registró un descenso testimonial, con 4.846 desempleados menos, hasta un total de 2,42 millones de personas apuntadas en las oficinas del Sepe. Desde 2007 que el organismo público no registraba un número menor de parados. El dato de septiembre dice más por la tendencia que por el aporte, y es que en los últimos 20 años, solo ha habido seis septiembres en los que el paro bajara.
La ‘cara B’ de ese progresivo descenso del desempleo es la brecha de género que alimenta: seis de cada 10 parados son mujeres. Y es que los hombres están logrando insertarse con más éxito que las mujeres y mientras durante el último año el desempleo masculino ha bajado en un 6,7%, el femenino ha hecho lo propio en un 5,5%.
Más allá del efecto calendario, que en septiembre siempre le dan protagonismo a la educación, la inercia del mercado laboral es positiva y está revirtiendo la desaceleración que pesa sobre ella durante los últimos meses. El ritmo de crecimiento del empleo en términos interanuales, que puede servir para monitorizar si la ocupación va a más o se frena, empezó el año en el 2,4%, luego en primavera bajó al 2,2% y ahora ha vuelto a repuntar hasta el 2,4%.
Ello, sumado al indicador de evolución de empleo desestacionalizado que ofrece la Seguridad Social, permite vislumbrar un mejor cierre del año del esperado hace unos meses.
Los migrantes vuelven a tirar del empleo
Seis de cada 10 nuevos ocupados este mes de septiembre nacieron fuera de España. La inmigración ha sido uno de los principales motores de crecimiento del empleo durante el presente ciclo económico y, tras unos meses de dudas, vuelve a sostener las estadísticas.
Si antes de estallar la burbuja inmobiliaria, en 2007, los migrantes representaban el 10,5% del total de ocupados, hoy son el 14,2%, con un total de tres millones de afiliados a la Seguridad Social nacidos fuera de España pero cotizando y contribuyendo aquí.
Los autónomos vuelven a crecer
Tras dos meses en negativo, como es habitual por el efecto calendario, la Seguridad Social volvió a sumar más autónomos que se dan de alta que de baja. El RETA aumentó en 7.581 afiliados respecto a agosto, hasta un total de 3,41 millones de trabajadores por cuenta propia.
El crecimiento del autoempleo está siendo bastante transversal a nivel de actividades, si bien tanto este septiembre como durante los últimos 12 meses destacan especialmente las actividades profesionales, científicas y técnicas, así como la información y las telecomunicaciones. Dos gremios asociados con alto valor añadido. La ‘cara B’ es el comercio, que durante el último año ha perdido más de 13.000 autónomos y va en caída libre.
Madrid y Barcelona tiran
Por territorios, las ciudades de Madrid y Barcelona lideraron la creación de empleo en este arranque de curso. Ese efecto del inicio de clases se nota en las dos grandes urbes y es que entre las dos contribuyeron con un saldo positivo de 86.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social.
Barcelona, que no Catalunya en su conjunto, pues si se tiene en cuenta la aportación del resto de provincias catalanas, donde el fin de la temporada turística supone un recorte generalizado de contratos, el saldo positivo catalán se recorta a 14.869 ocupados.
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