El periplo europeo del Barça se inició este martes con una merecida derrota ante el Hapoel de Tel Aviv, el último campeón de la Eurocup que jugó en el exilio de Sofía por el conflicto bélico entre Israel y Gaza. El equipo azulgrana, que no gana la Euroliga desde 2010, concedió demasiadas facilidades a su rival, comandado por el genio Vasilije Micic. El base, el jugador mejor pagado del continente, estuvo bien secundado por Blakeney (20 puntos) y Oturu (18). Will Clyburn (23 puntos, 7 rebotes, 30 de valoración) fue el indiscutible faro de un Barça sin defensa que afrontará un nuevo examen el viernes en la pista del Panathinaikos.
Abrió la competición Joan Peñarroya con el quinteto formado por Satoransky, Punter, Clyburn, Shengelia y Willy en un duelo en el que el veterano alero americano demostró su excelente nivel desde el comienzo. De Clyburn fueron los siete primeros puntos del Barça. El astro de Michigan, de 35 años, cedió el testigo a Shengelia para firmar un comienzo anotador marcado por la muñeca de los dos fichajes más destacados del cuadro catalán.
Retorno de Laprovittola
Otro refuerzo, Myles Cale, entró en la pista en el minuto 7 en un primer cuarto con destellos de Laprovittola en su regreso a la competición europea 347 días después y un intercambio de canastas que se cerró con un triple de Brizuela para poner las tablas (26-26).
Peor fue el segundo, en el que el Hapoel logró canastas demasiado fáciles. Itoudis castigó la fragilidad azulgrana y el Hapoel se distanció con un parcial de 14-5 (37-28, m. 13). Clyburn, quién si no, cortó la sangría con un triple, pero el bloque israelí se mantuvo por delante hasta el descanso (51-45). Los 14 puntos de Clyburn resultaban insuficientes en un equipo que echaba de menos la aportación de teóricos referentes como Punter y Willy.
Sin reacción
Nada cambió en la reanudación y se repitió la historia del inicio de partido con los siete primeros puntos del Barça del tercer cuarto firmados por Clyburn. El Hapoel no se amilanó y aumentó su ventaja hasta propiciar el tiempo muerto de Peñarroya (65-54, m. 26).
De poco sirvieron las indicaciones del técnico, ya que el tercer acto concluyó con 12 puntos por abajo el Barça (82-70) y la paliza fue creciendo hasta la diferencia final de 16 puntos.
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