La SD Huesca perdió su primer partido en El Alcoraz ante un Granada colista y que no había ganado hasta la fecha, pero un tanto de Pedro Alemañ, que estuvo a un paso del conjunto oscense en verano, bastó a los granadinos para vencer tras una primera parte mediocre del cuadro azulgrana y una mejoría después, con varias ocasiones falladas para al menos empatar. Fue un encuentro, presidido por la lluvia incesante y que se dejó notar en el césped al final, en general gris de los de Sergi Guilló y que el Huesca no pudo salvar como en otras ocasiones sobre la bocina para sumar la segunda derrota seguida.
El inicio del partido no tuvo un equipo dominador claro aunque el Huesca, con tres centrales, territorialmente tuvo más el balón, pero la primera ocasión clara del partido la tuvo el Granada en el minuto 4 por medio de Sola que delante del portero no supo meter el gol a bocajarro, despejando Dani Jiménez a saque de esquina. El Granada, que estaba siendo más sólido en el partido, en una de las contras la defensa del equipo azulgrana dudó y Alemañ, a pase de Faye, mandó el balón al fondo de la portería en el 24 para hacer el 0-1.
En el último cuarto de hora el Huesca se rehízo del mazazo del gol encajado y empezó a tener el balón y llegar al área granadina, con una ocasión muy clara de Enrich. En el segundo tiempo el Huesca, con cambio de esquema para jugar con cuatro atrás al quitar a un central (Arribas), buscó la portería contraria, lo que hizo que se tuviera que encerrar el conjunto granadino y tuviera que defenderse como pudiera, estando sometido en todo momento y salvando Zidane la portería con varias ocasiones.
Ro Abajas puso en apuros a un Lama que casi se mete el balón en propia. En el siguiente córner, Zidane evitó el gol olímpico. Fueron las ocasiones más claras de un Huesca que jugaba con más corazón que cabeza, pero que tenía más llegada y presencia en ataque, e iba acumulando delanteros arriba. Enol, Ntamack, Liberto y Ojeda acabaron jugando juntos en esa zona y los de Guilló siguieron sin acierto bajo la lluvia, acumulando llegadas, pero también falta de puntería para acabar cayendo derrotados.