Quince individuos contra dos guardias civiles. El resultado: uno de los agentes con dos dientes rotos; el otro, con una cervicalgia, similar a unas molestias en el cuello, y la desviación del tabique nasal. Y por todo ello, cinco meses de prisión y solo para algunos de los participantes en la reyerta.
La Audiencia Provincial de Las Palmas de Gran Canaria ha confirmado la condena, de un juzgado de Arrecife, de cinco meses y medio de prisión a cinco varones que propinaron una paliza a dos agentes de la Guardia Civil en Lanzarote el pasado 22 de julio del año 2017. En la agresión participaron 15 sujetos.
Según se recoge en el fallo, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, los autores de la paliza han sido condenados por un delito de atentado contra la autoridad en concurso de lesiones.
A consecuencia de la brutal agresión, los miembros del Instituto Armado padecieron varias lesiones. Uno de ellos, sufrió la rotura de dos dientes. El otro, varias molestias en el cuello, acompañadas de la desviación del tabique nasal, como se aprecia en la imagen a la que ha tenido acceso este periódico, lo que le obligó a estar de baja durante mes y medio.
Los hechos se produjeron en un garaje de la localidad de La Santa. A altas horas de la madrugada, se desató una pelea multitudinaria. Una patrulla de la Guardia Civil se personó en el lugar de los hechos. Una vez allí, les golpearon y les derribaron al suelo.
La asociación Independientes de la Guardia Civil (IGC) lamenta, en una conversación con este periódico, lo sucedido a sus compañeros canarios. «Esta pena se queda corta ante la brutalidad de los hechos», comenta Daniel Fernández, portavoz nacional de IGC.
«Somos conscientes de que con la actual legislación resulta prácticamente “gratis” agredir a un agente. Cada vez observamos una mayor pérdida del principio de autoridad«, agrega Fernández. En este sentido, el portavoz de IGC solicita que se reconozca la profesión como «de riesgo».