La guerra comercial abierta por Donald Trump desde su sillón en la Casa Blanca tiene un nuevo episodio. En este caso, uno que genera alivio al otro lado del Atlántico. El Departamento de Comercio y la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos confirmó una rebaja en los aranceles aplicados a los coches y los componentes de automoción europeos, que pasarán de estar en el 27,5% al 15%. Este avance, que además tendrá efecto retroactivo desde el 1 de agosto, supone consolidar los términos del acuerdo comercial marco que ambas partes alcanzaron hace casi dos meses
Las idas y venidas de Trump a nivel comercial llevaron a un enfrentamiento con la UE que se saldó en primavera con la imposición de una tarifa del 27,5% para la industria del automóvil, vital en suelo comunitario y en países como España. Las conversaciones llevaron al acuerdo alcanzado a finales de julio entre Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y tras los compromisos ejecutados por Bruselas en agosto en relación a los aranceles a los productos estadounidenses, la Casa Blanca movió ficha.
Las autoridades estadounidenses publicaron el miércoles el documento en el que se detallan las reducciones para los aranceles sobre una serie de productos, entre ellos algunos vinculados a la aeronáutica o farmacéuticos. «Valoro que la implementación de nuestros compromisos conjuntos vaya por buen camino», celebró Maroš Šefčovič en la red social X en un post con una foto con Jamieson Greer, representante comercial de EEUU, en el que anunciaba la reducción.
Para la patronal de fabricantes comunitaria, ACEA, el anuncio supone «un paso realmente positivo hacia la reducción de las tensiones comerciales». «El comercio entre la UE y EE UU es vital para todo el sector del automóvil y la certidumbre es crucial para la planificación y la inversión a largo plazo de nuestra industria», avisó la asociación, que espera que en las negociaciones posteriores se concreten «más detalles importantes».
Con la reducción, las autoridades federales norteamericanas deberán devolver el dinero cobrado en estos casi dos meses.
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