Diferentes contratiempos han retrasado la misión tripulada, denominada Artemis II, que ahora está prevista para abril de 2026 a más tardar, y podría llegar incluso en febrero del próximo año.
La agencia espacial estadounidense (NASA) anunció esta semana que la misión Artemis II, que será el primer vuelo tripulado del programa, tiene previsto su lanzamiento a principios de 2026, con una fecha tope fijada en abril de ese año. Según indicaron los responsables de la NASA en una publicación de blog, el objetivo es enviar a la tripulación en una prueba de aproximadamente diez días, que rodeará la Luna y devolverá a los astronautas a la Tierra, sin alunizaje en esta etapa.
El equipo seleccionado está compuesto por cuatro tripulantes: el comandante Reid Wiseman, el piloto Victor Glover, la especialista de misión Christina Hammock Koch y el astronauta de la Agencia Espacial Canadiense, Jeremy Hansen. El grupo ha participado recientemente en sesiones públicas de entrenamiento y ensayos generales, y ha subrayado su preparación ante distintos escenarios operativos que puedan surgir durante el vuelo, según pública Science Alert en base a información de la Agencia France-Presse.
Pensando en futuras colonias lunares
Sin dudas, se trata de una misión histórica: será la primera vez que seres humanos orbiten la Luna desde las misiones Apollo hace más de cinco décadas, y servirá como banco de pruebas para las operaciones que permitirán, en una misión posterior, el regreso al satélite natural y el posible establecimiento de una presencia sostenida en su superficie. Hasta entonces, Artemis II validará sistemas clave del cohete SLS y de la nave Orion, en condiciones reales con tripulación a bordo.
Durante una rueda de prensa en el Centro Espacial Johnson (JSC), ubicado en Houston, Texas, el comandante Wiseman afirmó: «Estamos listos para cada escenario». La frase sintetiza la mentalidad de preparación que exige una misión de este calibre, teniendo en cuenta que los astronautas han practicado contingencias de todo tipo y aseguran que la prioridad es la seguridad y la ejecución ordenada del plan de vuelo, según concluye Space.com.
Un nuevo capítulo en la exploración espacial
A pesar del entusiasmo por la cercanía de las fechas fijadas, hay que tener en cuenta que el calendario puede verse afectado por pruebas, integraciones y revisiones técnicas. La NASA ha mostrado cautela: la fecha de abril de 2026 es el límite fijado, aunque los funcionarios dejaron abierta la posibilidad de un lanzamiento anticipado (por ejemplo, el 5 de febrero), si todos los sistemas estuvieran listos antes.
Si el plan se cumple, el mundo será testigo de un nuevo capítulo en la exploración humana del espacio, que podría abrir una nueva «época dorada»: una misión de 10 días que, sin pisar la Luna, pondrá a prueba la ingeniería, la cooperación internacional y la resiliencia de sus tripulantes en la antesala del regreso humano a la superficie lunar. Además, la misión servirá para recopilar datos sobre radiación, rendimiento humano y comunicaciones, que aportarán información a futuras expediciones y estrategias de larga duración en la Luna y otros cuerpos planetarios.