Marc Márquez tiene este fin de semana, en el GP de Japón de MotoGP, su primera oportunidad matemática de coronarse campeón del mundo por 9ª vez en el global de categorías de la escalera mundialista y lograr la que sería su 7ª corona de MotoGP, la clase reina.
Los datos indican que la probabilidad de que el catalán lo consiga en casa del que fuera el equipo de su vida, Honda, son muy elevadas. El de Cervera está arrasando en su primer curso con la Ducati oficial con un rendimiento espectacular y muchos creen que el estado de forma exhibido es mejor al que demostró en sus años dorados con la firma nipona, como 2014, en el que conquistó 13 triunfos, 10 de ellos consecutivos al inicio de curso, o 2019, ya con más experiencia, año en el que ganó 12 carreras y en el que pudo ser primero o segundo en todas las pruebas excepto en un abandono sufrido en Austin.
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La sartén por el mango tras arrasar
Ahora, Marc llega a Motegi con 11 triunfos en su haber en carreras de domingo (de 16 posibles), más dos segundas posiciones y un tercero. Siempre ha estado en el podio dominical, excepto en Jerez y Austin. Y además, lo ha hecho aplastando en las carreras sprint de los sábados, ganando 14 de 16. Esos números son suficientes para entender sus elevadas probabilidades de conquistar la corona si logra evitar caídas, ya que lo que necesita Marc para cantar su alirón este domingo es sumar 3 puntos más que su hermano Alex en todo el fin de semana.
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Tras la cita de Motegi, quedarán 185 puntos en juego en los 5 eventos restantes antes del final del Mundial. La ventaja que tiene Marc sobre Alex es de 182.
Al quedar solo 5 Grandes Premios tras el de este fin de semana, el máximo de puntos que quedarán en juego serán 185. Así que, para asegurarse el título, necesita aumentar su ventaja en esos mismos puntos, hasta los 185 que quedan por repartirse, ya que Alex ya no puede igualar el número de triunfos totales de su hermano y ganaría de todas formas en una remota probabilidad de empate final.
Múltiples combinaciones
En la carrera sprint del sábado se reparten 12 puntos al ganador, 9 al 2º, 7 al 3º, 6 al 4º y así hasta el punto que logra el 9º. Mientras, el domingo se dan 25 al ganador, 20 al 2º, 16º al 3º, 13º al 4º, 11º al 5º y un punto menos para cada uno hasta el 15º. En ese contexto, es importante destacar que, pase lo que pase, Marc no puede ser campeón el sábado tras el sprint porque quedarán aún los puntos dominicales.
Las combinaciones que harían a Marc campeón son múltiples.. Pero lo principal es que Marc depende de sí mismo.
Si gana ambas carreras, es campeón. Pero también podría aplazarse la coronación, por ejemplo, si Marc gana el sprint ante Alex, pero su hermano sale victorioso el domingo. En ese escenario, aún no lo sería.
Si cumple esa primera premisa de ganar el sábado ante Alex, Marc sumaría esos tres puntos en el sprint y solo necesitaría evitar que Alex le restara un punto el domingo: es decir, en ese contexto, le valdría con quedar por delante en la cita dominical o incluso sería campeón si ninguno de los dos puntúan en la carrera principal.
Si por contra, Alex gana el sprint ante Marc (2º), necesitaría sumar 6 puntos más que el de Gresini el domingo, con lo que no le valdría ganar con Alex 2º en la prueba larga y necesitaría que su hermano fuese 3º en ese caso, por ejemplo.
Las combinaciones son múltiples. Demasiadas para resumir en un artículo antes de que se conozca cómo queda la general tras la carrera sprint. Entonces, la imagen será mucho más clara y el número de variables, mucho más reducido. Lo que está claro es que ocurra o no en Japón, Marc lo tiene todo para conquistar el ansiado trofeo. Quiere la corona. Lleva 5 años esperando este momento.