Un estudio global documenta cómo los combustibles fósiles dañan la salud desde la extracción hasta el desecho

Cuando se piensa en combustibles fósiles, la imagen que suele venir a la mente es el momento en que se usan: la gasolina que alimenta un automóvil, el gas que calienta un hogar o el carbón que genera energía en una central. Sin embargo, un estudio mundial, realizado por la Alianza Global por el Clima y la Salud, formada por más de 200 organizaciones de profesionales sanitarios, ha documentado consecuencias negativas para la salud desde la extracción hasta el desecho de las energías ‘sucias’, que afectan a cada etapa de la vida. Y los efectos perviven durante años.

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