Sánchez era concejal con un programa contra la prostitución mientras su mujer gestionaba locales en los que se ejercía: hablan testigos presenciales

El hoy presidente Pedro Sánchez desempeñó su primer cargo público bajo la contradicción entre las ideas que representaba y la forma en que vivía.

Pedro Sánchez fue concejal en el Ayuntamiento de Madrid con un programa que incluía medidas contra la prostitución, mientras su mujer, Begoña Gómez, gestionaba locales en los que se ejercía.

Esa contradicción se mantuvo al menos desde las elecciones de 2003 cuando Sánchez fue candidato, y especialmente desde 2004 cuando entró en el Ayuntamiento, como mínimo hasta 2006. Todo indica que esa situación se prolongó hasta que en 2009 dejó el consistorio para ejercer como diputado en el Congreso. Y tuvo secuelas hasta que en 2014 fue elegido por primera vez líder del PSOE.

EL ESPAÑOL ha recopilado durante semanas testimonios de trabajadores y proveedores de las saunas y los clubes del padre de la mujer del presidente del Gobierno, Sabiniano Gómez Serrano, que acreditan todo ello.

Según estas fuentes, Begoña Gómez era «la contable y la administrativa» tanto de las saunas gays como de los clubes de alterne al menos desde 2003 y continuó con esta labor durante su noviazgo y posterior matrimonio con Sánchez.

El hoy presidente del Gobierno y su mujer se conocieron en una fiesta en 2003 y fue ahí donde comenzaron su relación. Es decir, esto sucedió mientras Begoña Gómez gestionaba la contabilidad de los establecimientos en los que se ejercía la prostitución de los que eran dueños su padre y sus tíos.

Alberto Núñez Feijóo se refería a esos locales cuando acusó a Sánchez de haber sido «partícipe a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución» en el pleno sobre la corrupción del PSOE del pasado 9 de julio.

El líder del PP aludía en concreto al hecho de que Pedro Sánchez se benefició de los pisos de Begoña Gómez pagados por su padre con dinero procedente de las saunas y los clubes de alterne.

El dinero de la prostitución

El propio Sánchez confesó en el programa de RTVE ‘En Tu Casa o En La Mía’ de Bertín Osborne en 2015 que cuando comenzó su relación se fue a vivir a casa de Begoña porque «ella tenía un piso montado mucho más grande» que el suyo.

«Yo fui quien puso el cepillo de dientes en su casa», afirmó Sánchez a Bertín Osborne en el minuto 39 de la entrevista.

Según los datos del Registro de la Propiedad, a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, Begoña Gómez tenía a su nombre entonces el 50% de una casa en la residencia Somosaguas Park de Pozuelo de Alarcón (Madrid).

Esta vivienda de 86 metros cuadrados más terraza fue comprada en 1997 por Sabiniano Gómez y fue inscrita en el Registro de la Propiedad a nombre de Begoña y su madre, María Fernández al 50%.

De esta casa, pagada con dinero procedente del negocio de la prostitución, Sánchez se habría beneficiado al haber vivido en ella con Begoña.

Los ingresos de Sabiniano Gómez procedían íntegramente de la prostitución que se ejercía en las saunas y en los clubes de alterne, ya que era el único negocio que tenía.

Según webs especializadas como Idealista, el valor actual de este piso está en torno al medio millón, aunque puede llegar hasta los 800.000 euros.

En el momento de la compra, en 1997, Begoña Gómez tenía 26 años, uno más que Pedro Sánchez.

En este domicilio vivió la pareja varios años antes de mudarse a otra casa propiedad de Begoña Gómez, también situada en Pozuelo de Alarcón (Madrid).

La esposa del presidente del Gobierno heredó de su madre en 2009 una propiedad en el Prado de Somosaguas. Esta casa tiene más de 180 metros cuadrados y su valor actual supera el millón de euros.

El matrimonio Sánchez – Gómez vivió en este piso hasta que se mudaron a Moncloa en 2018. Esta vivienda también fue pagada por Sabiniano Gómez con dinero procedente de las saunas y de los clubes de alterne e inscrita a nombre de la madre de Begoña.

Pero además el patrimonio inmobiliario de Begoña Gómez creció significativamente después de que comenzara su relación con Pedro Sánchez. En 2004, con 33 años, Begoña Gómez adquirió junto a su hermano Miguel Ángel una vivienda de 112 metros cuadrados en la calle Prado, en el céntrico barrio madrileño de Las Letras.

Esta vivienda, al igual que la otra, también habría sido pagada por Sabiniano Gómez con las ganancias obtenidas de las saunas gays y los prostíbulos.

El valor actual de esta vivienda superaría los 900.000 euros.

Un año después, en 2005, Begoña Gómez adquirió junto a Pedro Sánchez un piso y una plaza de garaje en Aluche. Esta propiedad del matrimonio era hasta ahora desconocida, sin embargo, el Registro de la Propiedad así la atribuye.

El piso y la plaza de garaje están situados en la calle Navia y tiene 85 metros cuadrados. El valor actual del inmueble se situaría en alrededor de los 400.000 euros.

El matrimonio Sánchez – Gómez escrituró la vivienda el 15 de septiembre de 2005, cuando él era concejal y ella gestionaba la contabilidad y pagaba a proveedores de las saunas y prostíbulos de su padre.

Sobre este patrimonio, que sumaría hoy unos tres millones de euros, el excomisario José Manuel Villarejo afirmó en una grabación que «el problema de Begoña era justificar los ingresos» procedentes de los negocios de su padre.

El audio fue grabado durante una comida el 17 de mayo de 2016 y entre los comensales se encontraba José Luis Olivera, en aquel momento director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y Crimen Organizado (Citco) y exjefe de la Unidad de Delincuencia y Fiscal (UDEF).

«Cómo se le ocurre a este hombre (Pedro Sánchez) decir 15 días antes de las elecciones: ‘Vamos a sacar una ley contra la prostitución y no sé qué…’ ¡Y su suegro con puticlubs!», contó Villarejo al resto de comensales.

«Estuvo hablando (Sánchez) con un par de asesores fiscales para ver cómo metían lo que ganaba su parienta con los negocios del padre», prosiguió el excomisario.

Villarejo, en esta grabación, también asegura que Begoña Gómez «asesoraba y llevaba la contabilidad de las saunas de su padre y de su tío».

El PSOE de Madrid, al que pertenecía Sánchez, se presentó a las elecciones municipales en 2003 con medidas contra la explotación sexual y la prostitución en su programa.

Estas propuestas «contra el tráfico de personas, especialmente de mujeres y menores con fines de explotación sexual», fueron incorporadas y endurecidas por José Luis Rodríguez Zapatero en su programa con el que ganó las elecciones generales de 2004.

Un proveedor de la sauna Adán, gestionada por la familia Gómez Serrano a través de la sociedad mercantil San Bernardo 36, ha asegurado a este periódico que la mujer del presidente del Gobierno era la encargada de pagarle mensualmente «en efectivo» entre los años 2003 y 2005.

Por otro lado, varios trabajadores y mujeres que ejercían la prostitución en el club Castellana 180 han afirmado a EL ESPAÑOL que Begoña Gómez acudía con regularidad «a la oficina», situada en la planta baja del local, y que «se encargaba de llevar las cuentas».

Uno de estos testimonios, el de una mujer que había tenido responsabilidades de encargada en la empresa de los hermanos Gómez Serrano, relata haber visto a la esposa del líder socialista en el club Castellana 180 «hasta más o menos mediados de la década del 2010», es decir, hasta fechas próximas a su elección como secretario general del PSOE en 2014.

Drogas, migrantes y un menor

Estas fuentes aseguran que en la sauna Adán, ubicada en la calle San Bernardo 38, y en el club Castellana 180 no sólo se ejercía «la prostitución», sino que «era la actividad principal».

La empresa familiar del padre de Begoña «se quedaba con el 50%» de lo que pagaban los clientes por las relaciones sexuales.

Estas afirmaciones corroboran también la versión dada por un jefe de seguridad en Telemadrid el pasado mes de julio. “[Begoña] preparaba las cajas y dejaba el dinero para bebida», dijo este exempleado que fue identificado con el nombre ficticio de ‘Toni’.

Trabajadoras de Castellana 180 con las que ha hablado EL ESPAÑOL reconocen este testimonio e identifican a este hombre con el apellido de Pacheco.

El club Castellana 180, propiedad de la familia de Begoña Gómez, en 2013.


El club Castellana 180, propiedad de la familia de Begoña Gómez, en 2013.

Este jefe de seguridad, según exempleadas del club, fue durante años la mano derecha de Francisco Enrique Gómez Serrano, hermano de Sabiniano y encargado de llevar el día a día del prostíbulo.

Los testigos narran haber constatado el «tráfico de drogas» en el interior de los locales. Los estupefacientes, en el caso de la sauna Adán, eran proporcionados por trabajadores del establecimiento según el testimonio de un proveedor.

El club Castellana 180 en la actualidad.


El club Castellana 180 en la actualidad.

EL ESPAÑOL

Tanto en las saunas como en los clubes, los chicos y las chicas eran «casi en su totalidad inmigrantes procedentes de Sudamérica o de países del Este de Europa» y había personas que se encontraban «en situación irregular» en España.

Una noche en Adán

EL ESPAÑOL dispone de testimonios de que la prostitución se ejerció continuamente al menos durante tres décadas desde comienzos de los 90. 

La escritora y periodista Lucía Etxebarria ha narrado a este periódico la experiencia de un amigo suyo en la sauna Adán de la familia Gómez Serrano «en 1994 o 1995».

Etxebarria identifica a este amigo con el nombre ficticio de ‘Gonzalo’ y cuenta cómo se enamoró de un chico brasileño llamado Jorge que «trabajaba como chapero en la sauna«.

«Mi amigo le acogió en su casa e intentó sacarle de aquel mundo pero el problema es que el chico estaba muy enganchado y en la sauna le daban la coca gratis».

«Este chico nos contaba que había habitaciones arriba que eran muy privadas, y a las que iba gente muy importante. Hablaba de políticos y tal», afirma la escritora.

«Que allí se pasaba coca lo sabía todo el mundo, no era un secreto para nadie. Y que era una sauna de chaperos tampoco era un secreto para nadie», sentencia Lucía Extebarria en su conversación con este periódico.

Por su parte, un visitante habitual de la sauna Adán en los primeros años de la década del 2000 relata a EL ESPAÑOL que la prostitución era la actividad dominante del establecimiento.

Este testigo afirma que entre 2003 y 2005 que «la casa», como denominaba a la empresa de Sabiniano Gómez Serrano, le «ofreció en varias ocasiones los servicios sexuales de los chicos«. 

El visitante habitual de la sauna entabló relación con algunos «de los chaperos y camareros» y también trató con el padre de Begoña Gómez.

Tal era su estrecha relación con la empresa que, en varias de sus visitas a la sauna Adán, uno de los empleados le dijo que eligiera al chico que quisiera que «pagaba la casa». Sin embargo, rechazó siempre estas propuestas. 

La sauna Adán, situada en la calle San Bernardo 38, en 2015.


La sauna Adán, situada en la calle San Bernardo 38, en 2015.

Por último, un periodista que hoy forma parte de la redacción de EL ESPAÑOL acudió a la sauna Adán en 2018 para realizar un reportaje para otro medio y pudo comprobar en primera persona cómo se seguía ejerciendo la prostitución en el establecimiento.

Tras entregarle en la puerta «una toalla y unas chanclas», el periodista se adentró en las diferentes zonas de la sauna en las que le ofrecieron «servicios sexuales a cambio de dinero».

Según su experiencia, el local tenía una preocupante «falta de higiene» y había «un claro deterioro de las instalaciones».

Durante las más de dos horas que permaneció en el local, sólo estuvieron en la sauna cinco jóvenes, cuatro de apenas unos 20 años de origen latinoamericano y uno que rozaba la treintena procedente de Europa del Este.

Todos ellos le ofrecieron «servicios sexuales a cambio de 50 euros» e ir a «una zona más privada».

«En la planta baja había una barra de bar y una zona de taquillas, donde tenías que dejar la ropa. En el sótano se encontraban las duchas y las saunas, con un aspecto completamente insalubre. Arriba, en el primer piso, había unos 20 cubículos con colchones en el suelo para que los clientes pudieran tener relaciones sexuales», detalla el redactor de EL ESPAÑOL.

«Sabi y La Chica»

Un proveedor de la sauna Adán asegura a EL ESPAÑOL que en una comida con Sabiniano Gómez a finales de 2003, el padre de Begoña afirmó: «La Chica me ayuda con las cuentas de los locales».

«La Chica» era Begoña Gómez, ya que su padre Sabiniano y los trabajadores de la sauna se referían de esta forma a la hoy esposa del presidente del Gobierno.

Por su parte, las personas que tenían confianza o amistad con Sabiniano Gómez le llamaban con el diminutivo «Sabi».

Esta persona, a la que Begoña Gómez habría pagado en efectivo regularmente durante varios años por servicios prestados a la empresa, asegura que reconoció que «La Chica» de la sauna era la esposa de Pedro Sánchez cuando éste se convirtió en secretario general del PSOE en 2014 y comenzaron a salir imágenes de ella en los medios de comunicación.

Sabiniano Gómez Serrano en la boda de su hijo Miguel Ángel, hermano de Begoña.


Sabiniano Gómez Serrano en la boda de su hijo Miguel Ángel, hermano de Begoña.

Este proveedor de la sauna Adán afirma que un empleado de Sabiniano Gómez le contó que en las habitaciones VIP, «situadas en la planta de arriba», «había cámaras que grababan a los clientes más importantes y famosos mantener sexo con los chicos».

Este testimonio es corroborado también por Lucía Etxebarria, ya que el novio de su amigo ‘Gonzalo’ que «se volvió a Brasil porque estaba muy aterrorizado, decía que le habían grabado a él también».

Etxebarria narra que ‘Jorge’, el chico brasileño que trabajaba en la sauna Adán, les contó a ella y a su amigo que había «fiestas especiales en salones y habitaciones» que estaban situadas en el «cielo» del edificio.

Esta zona era «una parte a la que podías entrar por una puerta de atrás y coger un ascensor sin que nadie te viera».

El PSOE contra la prostitución

El PSOE de Madrid, cuya lista encabezó Trinidad Jiménez, prometió en la página 52 de su programa de 2003 «una ciudad que combata la explotación sexual y promueva la libertad y la integración de quienes la padecen».

Sánchez, que ocupó el número 23 de la lista del PSOE, formó parte de la candidatura al Ayuntamiento de Madrid que se comprometía en la página 56 de su programa a «trabajar contra el tráfico de mujeres menores con fines de explotación sexual, y a poner en marcha políticas que contribuyan a la erradicación de las redes de explotación y ayuden a las víctimas a salir de esta situación».

Pedro Sánchez y Trinidad Jiménez durante un acto en marzo de 2004.


Pedro Sánchez y Trinidad Jiménez durante un acto en marzo de 2004.

EFE

En aquella época la figura con más ascendencia en el PSOE en temas sociales y de igualdad era Pedro Zerolo, compañero de Sánchez en el Ayuntamiento de Madrid.

Zerolo se mostró, en 2005, muy crítico contra «la explotación de la mujer» y afirmó que las políticas del PP de Madrid intentaron «erradicar el ejercicio de la prostitución en determinadas esquinas de determinadas calles» y que «lo único que se consiguió es que la prostitución se desplazara».

La posición de Zerolo sobre la prostitución fue siempre la de situarse al lado de las mujeres que la ejercían y contra quienes se lucraban a su costa.

Pedro Zerolo junto a activistas LGTBI celebrando la aprobación del matrimonio homosexual en el Congreso, en junio de 2005.


Pedro Zerolo junto a activistas LGTBI celebrando la aprobación del matrimonio homosexual en el Congreso, en junio de 2005.

EFE

La jefa de Sánchez en el Ayuntamiento de Madrid, Trinidad Jiménez, visitó como candidata la calle Montera junto a las asociaciones vecinales para encontrar una solución a la prostitución de la zona.

En 2006, con Sánchez como concejal, el portavoz adjunto del grupo socialista en Cibeles, Óscar Iglesias, denunció el «profundo fracaso» del Plan Contra la Explotación Sexual en el distrito Centro implementado por el alcalde Alberto Ruiz Gallardón en 2004.

Iglesias pidió, en nombre del grupo municipal del que formaba parte Sánchez, «un plan global para toda la ciudad» porque «la prostitución había adquirido en Madrid una dimensión de características desconocidas».

Sánchez en su época de concejal de Madrid,  junto a Oscar Iglesias, Pedro Zerolo y a la portavoz del grupo socialista en esa época, Pilar Gallego


Sánchez en su época de concejal de Madrid, junto a Oscar Iglesias, Pedro Zerolo y a la portavoz del grupo socialista en esa época, Pilar Gallego

«La prostitución sigue en la zona, pese a la presencia policial en la calle Montera», afirmó el portavoz adjunto.

El socialista, entre otras vías en las que se seguía ejerciendo la prostitución, citó a la calle Desengaño. Precisamente, en el cruce de Desengaño con la calle Concepción Arenal, el suegro de Pedro Sánchez regentaba la sauna gay Azul.

En este establecimiento, del que Begoña Gómez también llevaba la contabilidad, se ejercía la prostitución masculina. EL ESPAÑOL ha comprobado que la línea telefónica de dicho establecimiento estaba a nombre de Sabiniano Gómez Serrano, padre de la mujer del hoy presidente del Gobierno.

Local donde se ubicaba la sauna Azul, en la calle Concepción Arenal junto a Gran Vía (Madrid).


Local donde se ubicaba la sauna Azul, en la calle Concepción Arenal junto a Gran Vía (Madrid).

EL ESPAÑOL

Durante estos años, el sector feminista del PSOE, en el que se encontraban figuras como Carmen Calvo, Elena Valenciano, Soledad Cabezón, Micaela Navarro, María Isabel Montaño, Amparo Valcarce, Soledad Murillo o Ángeles Álvarez, defendió con ahínco la abolición de la prostitución.

Así, por ejemplo, Elena Valenciano publicó un artículo en El País en el año 2005 titulado ‘Mercado de mujeres’ en el que defiende que la prostitución existe porque hay demanda y propone la penalización del cliente.

Valenciano, presidenta entonces y ahora de la Fundación Mujeres, consideraba que comprar y vender sexo no podía considerarse «ocio». La que fue vicesecretaria general del PSOE entre 2010 y 2012 atacó también a «los locales de alterne» por nutrirse de mujeres que procedían «de países con graves dificultades económicas».

Líderes del sector feminista del PSOE: Carmen Calvo, Soledad Murillo, Elena Valenciano (arriba, de izquierda a derecha) y Ángeles Álvarez, Maribel Montaño y Micaela Navarro (abajo, de izquierda a derecha).


Líderes del sector feminista del PSOE: Carmen Calvo, Soledad Murillo, Elena Valenciano (arriba, de izquierda a derecha) y Ángeles Álvarez, Maribel Montaño y Micaela Navarro (abajo, de izquierda a derecha).

En 2006 también firmó un manifiesto junto a otros socialistas como Ramón Jáuregui, Mariví Monteseirín o Maribel Montaño contra el consumo de prostitución en los grandes acontecimientos deportivos.

«Nos repugna la invasión de la prostitución, por un mercado indecente, mezcla de proxenetismo y de explotación humana, que ofrece, sexo al por mayor», decía dicho manifiesto.

Por su parte, Carmen Calvo se ha mostrado siempre partidaria de abolir la prostitución, ya que es «la esclavitud más antigua del mundo».

La que fue vicepresidenta del Gobierno con el propio Sánchez relaciona la prostitución «con la trata de mujeres y menores, con la violencia machista y la vulneración de derechos humanos».

También durante los años en los que Sánchez fue concejal en Madrid y Begoña Gómez gestionaba los locales de prostitución de su familia, Micaela Navarro realizó declaraciones muy duras contra las mafias y los establecimientos en los que se ejercía.

Navarro, como diputada en el Congreso, defendió «la necesidad de atención integral y de emergencia para las mujeres prostituidas».

En 2004 propuso en las Cortes la creación de un grupo de trabajo formado por colectivos implicados en la lucha contra la violencia de género y la explotación sexual.

Afirmó en varias ocasiones que «la prostitución no puede ser considerada un empleo, sino que es explotación en la gran mayoría de los casos».

Micaela Navarro fue presidenta del PSOE con Pedro Sánchez como secretario general entre 2014 y 2016. También ocupó la vicepresidencia segunda del Congreso entre 2016 y 2019.

José Luis Rodríguez Zapatero encargó a Jesús Caldera en 2004 la coordinación del programa electoral del PSOE para las elecciones generales.

Caldera, a su vez, nombró a Ángeles Álvarez coordinadora del grupo de trabajo sobre violencia de género que realizó las propuestas de la candidatura encabezada por Zapatero.

En el año 2005 el PSOE pidió a los medios de comunicación retirar los anuncios de prostitución.

Zapatero, cinco años después, promovió que el Grupo Socialista del Congreso registrara la proposición no de ley para «fomentar la autorregulación dentro de la prensa escrita encaminada a eliminar la publicidad de mujeres prostitutas».

El entonces presidente del Gobierno afirmó: «Mientras sigan existiendo anuncios de contactos se estará contribuyendo a la normalización de esta actividad (la prostitución), por lo que los anuncios deben eliminarse».

El PSOE manifestó públicamente que concebía la prostitución como una forma de explotación sexual, incluso si había consentimiento, y siguió la línea marcada por la Organización de Naciones Unidas, oponiéndose activamente a su regulación y en favor de políticas abolicionistas.

La propia ministra de Igualdad con Zapatero, Bibiana Aido, se mostró a favor del abolicionismo y criticó con dureza las propuestas de regulación: «No se trata de la profesión más antigua del mundo, sino de la forma de violencia más antigua del mundo».

El silencio de Sánchez

No consta en ningún archivo, ya sea digital o de papel, declaración alguna del candidato en 2003 y posterior concejal Pedro Sánchez sobre la prostitución.

Tampoco durante los años posteriores a recoger su acta de concejal. Es decir, entre 2004 y 2009, Sánchez nunca habló sobre la prostitución mientras su mujer gestionaba locales en los que se ejercía. Ese silencio se mantuvo cuando fue diputado en el Congreso.

El presidente del Gobierno tampoco ha hecho nunca una declaración pública sobre los negocios de la familia de Begoña Gómez relacionados con la prostitución.

Sánchez nunca se ha referido en sus comparecencias, a lo largo de toda su carrera política, a Sabiniano Gómez a pesar de la multitud de noticias publicadas sobre su suegro.

Su única alusión, y sin nombrar al padre de Begoña, se produjo en la entrevista antes mencionada de Bertín Osborne en 2015. «Afortunadamente tenemos a los abuelos», dijo Sánchez sobre los problemas para compatibilizar el cuidado de sus hijas con su trabajo como político y el de su mujer.

El actual líder del PSOE ha optado siempre por el silencio como respuesta. Nunca ha aclarado tampoco qué relación ha tenido con Sabiniano Gómez y su familia política, así como si su mujer tuvo beneficio de las saunas gays y prostíbulos.

Begoña contra la prostitución

Begoña Gómez se ha manifestado en la calle contra la prostitución en los años 2019 y 2020, en las marchas y concentraciones del 8-M que incorporaban en sus manifiestos la petición de abolir los negocios de pago por sexo.

De hecho, la esposa del presidente del Gobierno fue una de las personalidades que agarró las pancartas de la sección feminista del PSOE que pedían «mujeres libres e iguales».

Begoña Gómez, en el centro, llevando la pancarta de la sección feminista del PSOE en la manifestación del 8-M en 2020.


Begoña Gómez, en el centro, llevando la pancarta de la sección feminista del PSOE en la manifestación del 8-M en 2020.

EFE

El manifiesto del PSOE en el 8-M de 2019 decía que «la prostitución y la explotación sexual también son violencia machista, que cosifica y mercantiliza a las mujeres».

Begoña Gómez llevó entonces la pancarta a pesar de haber sido la contable y la administrativa de saunas y clubes de alterne y de haberse lucrado económicamente con los negocios de su padre y sus tíos.

Igual pasó en el 8-M de 2020. La esposa de Sánchez se manifestó en pro de un manifiesto que pedía «la abolición de la prostitución y la trata de seres humanos con fines de explotación sexual».

La esposa de Sánchez, por tanto, se ha mostrado en público a favor de la abolir la prostitución, a pesar de los negocios de su familia y de que nunca se ha pronunciado ante los medios ni la ciudadanía sobre ellos.

Problemas judiciales

Los negocios de Sabiniano Gómez y sus hermanos, con Francisco Enrique y Conrado asumiendo también responsabilidades en las empresas, tuvieron serios problemas judiciales a lo largo de los años.

En 2003, el año en el que Begoña era contable de los prostíbulos y Sánchez se presentó a las elecciones municipales de Madrid, el Tribunal Supremo de Justicia de Madrid anuló la licencia de Castellana 180.

En este club, según una testigo presencial, Begoña Gómez llevaba las cuentas y acudía a la oficina hasta mediados de la década de 2010.

El TSJM estableció que la familia Gómez Serrano no había concretado la actividad, ya que la licencia había sido solicitada como «sauna con servicio de bar» y en los planos aparecían cinco cabinas de masajes como actividad principal. Esto fue un claro indicio de que realmente era la prostitución el negocio dominante.

En 1996 el Ayuntamiento de Madrid había clausurado el local por falta de permisos y las quejas de los vecinos sobre ruidos y altercados.

Sin embargo, Sabiniano Gómez y sus hermanos lograron posteriormente otra licencia para seguir lucrándose con la prostitución de mujeres, en su mayoría, latinas.

En 1989, el Tribunal Supremo había declarado al suegro de Sánchez responsable civil subsidiario de la muerte de un trabajador en la sauna Adán.

Sabiniano Gómez tuvo que pagar una indemnización, ya que un trabajador murió electrocutado durante unas obras en el establecimiento en el que años después llevaría la contabilidad y el pago a proveedores la esposa del hoy presidente del Gobierno.

También el Tribunal Supremo afirmó en una sentencia del 2001 que se ejercía la prostitución en la sauna Princesa, propiedad de la familia Gómez Serrano.

El fallo del Alto Tribunal concuerda con el testimonio de una de las responsables de los prostíbulos que ha asegurado a EL ESPAÑOL que la empresa del padre de Begoña Gómez se quedaba «con el 50% del dinero» que pagaban los clientes por tener sexo.

En 2014, la Policía Nacional detuvo a dos hombres por obligar a prostituirse a una joven rumana en un establecimiento de la familia Gómez Serrano situada la localidad segoviana de Ituero y Lama.

Fachada del club Km-80, propiedad de la familia Gómez Serrano, ubicado en la localidad Ituero y Lama (Segovia).


Fachada del club Km-80, propiedad de la familia Gómez Serrano, ubicado en la localidad Ituero y Lama (Segovia).

Cedida

El encargado del Km-80, tal y como se llamaba el establecimiento, cumplió pena en la cárcel. Actualmente, esta finca alberga el Hostal San Rafael o Hostal Ikgai, ya que se anuncia con los dos nombres.

La casa tiene 16 habitaciones y 17 baños. La parcela lindante, según publicó El Debate, está registrada a nombre de la mercantil San Bernardo 36 SL, la empresa del padre de Begoña Gómez y en la que la esposa del hoy presidente del Gobierno ejerció de contable.

Una vecina de Ituero y Lama, a través de las redes sociales, afirma que el negocio sigue en manos de la familia política de un primo de Begoña Gómez.

EL ESPAÑOL ha dirigido, este sábado por la mañana, de manera formal tres preguntas al presidente del Gobierno a través de la Secretaría de Estado de Comunicación:

«1.- ¿Cuál era su posición sobre la prostitución durante los años que fue concejal en el Ayuntamiento de Madrid?

2.- ¿Qué conocimiento tenía sobre los negocios que el padre de Begoña Gómez desarrollaba durante esos años?

3.- ¿Cuál era su conocimiento del papel que la propia Begoña Gómez tenía en esos negocios?»

A última hora de la tarde, por el mismo conducto, La Moncloa respondió lacónicamente: «No vamos a hacer ningún comentario»

Fuente