Los préstamos se han convertido en una de las alternativas más extendidas entre personas que quieren vivir a todo tren… pero a plazos. Joana, por ejemplo, pidió hace 10 años dos créditos, uno para una reforma y otro, para un tratamiento de dientes.
Ahora, lleva 10 años intentando devolver los créditos y se ve ahogada. «Estoy de baja y al no trabajar, recibo 800 euros», nos cuenta.
«Pedí 20.000 euros de crédito al 7% de interés», señala Joana. Ahora, lleva varios años pagando 284 euros. «Y los que me quedan», advierte.
Vivir a plazos es la realidad de muchos que, como Joana, sufren por devolver aquello que un día pidieron. ¡No te pierdas la historia de Joana en el vídeo de arriba!