Las fiestas de Santa Apolonia de Leceñes, en Valdesoto (Siero) son famosas, entre otras cosas, por su tradicional fabada. Sin embargo, ayer, no sabía como siempre. Y es que desde que la localidad fuera elegida como «Pueblo ejemplar» saben «mucho mejor» o, al menos, «se comen con más satisfacción», aseguraron Pilar Cuello y Noel Mencía, que acudieron a desgustarla en compañía de amigos y familiares.
Cuello, natural de Oviedo, pero que reside en Valdesoto desde hace ya 20 años, indicó que «venimos todos los años y cada vez se superan». Mencía, por su parte, recordó que «cuando empezaron a hacerla, desde que se recuperara la fiesta, la carpa solo se llenaba hasta la mitad». Pero la voz se fue corriendo «y nos juntamos más de 500 personas».
Fabada «ejemplar» para quinientos en Leceñes (Valdesoto)
Exactamente, 502 personas fueron las que acudieron ayer a Leceñes para disfrutar de la fabada. Su elaboración corrió a cargo Canor Gay y José Ángel Rodríguez, que utilizaron 70 kilos de fabas de Luarca y 350 chorizos y otras tantas morcillas hechas en el propio pueblo. «Comenzamos a cocinar el sábado a las siete de la mañana, para dejarlas reposar, y el mismo día sobre las ocho volvemos a darles el último toque».
Como postre, el tradicional arroz con leche de Carmina Vega. Este año, la vecina utilizó 12 kilos de arroz y 130 litros de leche. Dos horas y media de cocción y mucha paciencia es lo que se necesita para hacer la deliciosa crema que a todo el pueblo gusta. Hace un par de años que Vega aseguró que tocaba ceder el testigo y delegar en su hija. Pero «no me van a echar de aquí ni con agua caliente», bromeó ayer.
El presidente de la Asociación de Festejos, Pablo Cueto, aseguró que están «muy contentos con el resultado de las fiestas», las primeras que celebran desde su nombramiento como «Pueblo ejemplar». Y aunque, oficialmente, las fiestas comenzaron el sábado, «aquí ya llevamos de celebración desde el mismo día en el que se hizo público que éramos los premiados».
Ahora, esperan con nervios el momento en el que los Reyes y sus hijas visiten Valdesoto, aunque a fecha de hoy ya son muchos los curiosos que se han acercado hasta allí.