El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha arrancado el curso político con una propuesta de un «pacto de Estado frente a la Emergencia Climática» en la que ha afirmado que «la terrible ola» de incendios no se debe a «una trama pirómana como dice la bulosfera».
Esta afirmación va contra la propuesta del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que la semana pasada propuso 50 medidas y en las que se incluían, por ejemplo, pulseras telemáticas para los pirómanos.
Sánchez también ha cargado contra «la política de prevención de incendios» de algunas Comunidades Autónomas «sin planes» y con «plantillas de bomberos que, en determinados territorios, no estaban lo suficientemente dotados».
A continuación, el presidente del Gobierno ha pedido que «no polaricemos con esto» y «que dejemos al margen de las disputas territoriales y partidistas» en aras de un Pacto de Estado.
Un pacto, diez propuestas
Entre las diez propuestas de Sánchez hay varias medidas como la de «crear fondos recursos permanentes tanto a nivel Estatal como a nivel autonómico» que sirvan «para acelerar la recuperación». También «aumentar todos los medios técnicos y humanos» con «bomberos y brigadistas estables», algo que correspondería a las comunidades autónomas.
La mayor novedad sería la creación de «una Agencia Estatal de Protección Civil y Emergencias» aunque Sánchez ha vuelto a defender que la gestión esté descentralizada.
Más estructurales serían determinados cambios como «avanzar hacia un modelo de gestión forestal adaptado» al siglo XXI con «especies mixtas y resilientes al fuego» o «crear una amplia red de refugios climáticos en grandes ciudades» para «adaptar el territorio a olas de calor cada vez más extremas».
Sánchez también quiere «desplegar una respuesta nacional de resiliencia hídrica destinada a aumentar la capacidad para lidiar con inundaciones y sequías».
Más etéreas son las propuestas de «reconocer y potenciar el papel esencial del mundo rural» o «fortalecer la contribución del sector silvícola» a la lucha contra el fuego y las sequías. En esa línea, estaría la de «promover e instaurar una cultura cívica de protección y prevención ante las adversas».
Sánchez ha admitido que «la política española está marcada por la polarización y el negacionismo» y que «parecía ingenuo» proponer un pacto de Estado. Pese a todo ha propuesto «apagar el ruido, sentarnos, negociar y pactar».
El jefe del Ejecutivo ha asegurado que, durante los últimos 5 años, la «emergencia climática» se ha cobrado la vida de 20.000 personas en España y 32.000 millones de euros en pérdidas materiales.
Tres ministros, protagonistas
El jefe del Ejecutivo ha asegurado que mañana martes «en el Consejo de Ministros vamos a aprobar la hoja de ruta» de este Pacto de Estado que incluirá «todas las aportaciones posibles», y ha puesto a la misma altura una ronda con los grupos parlamentarios que los agentes sociales o las asociaciones de agricultores o ecologistas.
Al acto, celebrado en el ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, han asistido la mayor parte de los ministros, hasta trece, pero sólo han intervenido tres: la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska y el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.
«El cambio climático nos pisa los talones», ha terciado Sara Aagesen quien se ha encargado de lanzar los mensajes más alarmistas al asegurar que «el clima no espera» y se ha mostrado «abierta a propuestas» porque «el futuro se construye desde el acuerdo».
En cambio, Luis Planas ha tratado de involucrar al sector primario en el acuerdo. «La lucha contra los efectos climáticos solo será posible con los agricultores y ganaderos», ha asegurado el titular de Agricultura quien ha puesto énfasis en tres ejes «agua, adaptación de cultivos y gestión de riesgos».
El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha puesto el foco en «reforzar» Protección Civil para que sea capaz de «dar nuevas respuestas». Un llamamiento que surge tras el controvertido papel de Virginia Barcones durante este mes de agosto.