en 80 años el Atlántico le aportará un 40% menos de calor

Si la quema de combustibles fósiles sigue escalando, la gran corriente del Atlántico (AMOC), motor climático global, podría entrar en un colapso funcional que provocaría un enfriamiento drástico en el noroeste de Europa: las temperaturas invernales en Londres podrían descender a −19,0 °C y en Oslo a −48,3 °C.

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