El presidente estadounidense Donald Trump ha anunciado este martes que su Administración buscará la pena de muerte en los casos de asesinato en Washington D.C.
Sin embargo, la pena capital fue abolida en el Distrito de Columbia hace 44 años, en 1981, convirtiéndose en uno de los referentes en la lucha contra este castigo dentro de EEUU.
El anuncio de Trump supone una vuelta más en su cruzada contra el crimen en la capital estadounidense, tras poner a la Policía bajo control federal y desplegar a la Guardia Nacional.
Una campaña contra la delincuencia que esconde una represalia simbólica contra un territorio en manos demócratas, como ya hizo en Los Ángeles. Prueba de ello es que Trump haya amenazado con hacer lo mismo en Chicago, Baltimore y Nueva York, todas gobernadas por el Partido Demócrata.
«Cualquiera que asesine a alguien en la capital, pena capital. Capital, pena capital. Si alguien mata a alguien en la capital, Washington, D.C., buscaremos la pena de muerte”, aseguró este martes el presidente durante una reunión con miembros de su gabinete.
«No sé si estamos preparados para esto en este país… no tenemos otra opción», señaló Trump.
Pese a ello, señaló que esta medida se implementará en Washington, DC, mientras que “los estados tendrán que tomar su propia decisión”.
Un territorio único
Washington es un enclave federal único, establecido en la Constitución de EEUU y bajo la jurisdicción del Congreso, que no pertenece a ningún estado.
En 1973, el Congreso aprobó la Ley de Autonomía del Distrito de Columbia, que permitía a los residentes elegir alcalde y concejales. Trump ha amenazado con asumir la administración de la ciudad para combatir la delincuencia y la vagancia.
Washington prohibió en 1981 la pena de muerte para los delitos locales, pero sigue siendo permisible para ciertos delitos según la ley federal.
A pesar de que se han presentado en alguna ocasión cargos federales en Washington D.C. que incluyen la pena de muerte como castigo posible, aunque es raro que se aplique.
La Fiscalía de Estados Unidos en Washington procesa delitos locales y federales en la capital estadounidense, y la Administración Trump ha alentado recientemente a los fiscales a presentar cargos federales contra los arrestados como parte de su ofensiva contra el crimen en Washington.
En febrero, la fiscal general Pam Bondi levantó una pausa de la era Biden en la mayoría de las ejecuciones federales y el Departamento de Justicia bajo el mando de Trump ya ha dicho que buscará la pena de muerte en el caso de Luigi Mangione, acusado de matar a tiros al ejecutivo de UnitedHealth UNH.N, Brian Thompson, el año pasado.
Solicitar la pena de muerte por homicidios en Washington probablemente aumentaría drásticamente el número de acusados en el corredor de la muerte federal.
Estos casos suelen tardar años en resolverse en el sistema judicial, dada la cantidad de apelaciones disponibles para los acusados.