El proyecto de restauración ecológica y mejora de la capacidad de laminación de la desembocadura del río Algar en Altea, que se inició en septiembre de 2024 con un presupuesto de 1.032.515 euros, sigue su curso previsto y ahora se están adecuando y mejorando los equipamientos de uso público.
El concejal de Ecología y Medio Ambiente, Jose Orozco, ha señalado este jueves que “después de las últimas acciones llevadas a cabo, consistentes principalmente en la eliminación de casi 50.000 metros cuadrados de especies exóticas invasoras como la caña común mediante el desbroce, la retirada de rizoma y la cubrición con láminas opacas para evitar los rebrotes con actuaciones de restauración del bosque de ribera con la plantación de 8.000 ejemplares de especies autóctonas, o el control de otras especies invasoras como la Ludwigia grandiflora, o la instalación de una rampa bajo el puente de la carretera para facilitar la navegación de peces y anguilas en la desembocadura del Algar, ahora se está llevando a término la mejora de las infraestructuras de uso público para facilitar el acceso peatonal y favorecer un mayor disfrute del espacio natural”.
Obras en el mirador del Cami de Sogai con la restauracion de la desembocadura del rio Algar / Diego Coello
Restauración de la biodiversidad del río como corredor ecológico
El edil ha recordado que el proyecto de restauración del Algar “está coordinado por el Ayuntamiento de Altea y financiado por la Fundación Biodiversidad, a través del MITECO (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), con 980.889 euros”, y que el mismo “persigue la restauración de los hábitats y la biodiversidad de la desembocadura del río Algar, permitiéndose con ello consolidar un humedal de elevada importancia para la migración de las aves a lo largo del Mediterráneo, así como su función de corredor ecológico”, además de que con dicha restauración “se contribuirá a la reducción del riesgo de inundación y a la recuperación de los servicios ecosistémicos con el fin de mitigar los efectos del cambio climático”.
Jose Orozco ha indicado que, además de las actuaciones de restauración del bosque de ribera y de las funciones ecológicas del río Algar, “el proyecto también contempla la mejora de las infraestructuras de uso público para facilitar el acceso y favorecer un mayor disfrute del espacio”. En este marco de trabajo, el de la dotación de equipamientos públicos en la desembocadura del Algar, “se han llevado a cabo una serie de trabajos como el retranqueo del sendero de la margen izquierda del río, la renovación de las talanqueras de madera para evitar la salida de vehículos, y el acondicionado del firme con lastre compactado. De este mod yo, se prioriza el paso de los peatones frente a los vehículos, que solo podrán acceder en casos concretos como el de los vecinos y propietarios de terrenos o casas colindantes al río”.
Por último, el concejal de Ecología y Medio Ambiente ha destacado que “en cuanto a los equipamientos de uso público que contempla el proyecto, se han colocado mesas de pícnic en el entorno del Camí de Sogai y un banco en el nuevo Mirador de la Pila, además de paneles interpretativos que, junto a la nueva vegetación y espacios con sombra, mejorarán la experiencia de los visitantes a este enclave natural. Todas estas actuaciones hacen del Algar un entorno más seguro, accesible y agradable para el disfrute de la ciudadanía”, ha apostillado.
Un Tesoro Ecológico y Social
Alimentado por las grandes cordilleras de la comarca de la Marina Baixa, el río Algar derrama sus aguas a la bahía de Altea formando una ancha zona húmeda: la desembocadura del Algar. Este espacio de gran valor ecológico está incluido en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana con una superficie catalogada de 61 hectáreas.
Su caudal continuo a lo largo del año junto con la situación costera facilita la presencia de una elevada diversidad de flora y fauna, constituyendo un punto clave para la migración de numerosas especies de aves, al ser uno de los escasos humedales del norte de Alicante, y se favorece la nidificación y el escondite ante los depredadores.
Entre las aves que habitan o transitan por su cauce destacan la garza real (ardea cirenea), la garcilla bueyera (blulbucus ibis), garceta común (egretta garzetta), polla de agua (gallinula chloropus), el ánade real (anas platyrhynchos), el martín pescador (alcedo atthis) y el ratonero (buteo buteo).