La desaparición de uno de los 400 habitantes de Venialbo interrumpió las fiestas patronales de la Virgen de la Asunción y San Roque, precisamente en la mañana del día del patrón. Aunque todos estaban inmersos en el ambiente juerga propio de estas fechas, desde el momento que se dio la voz de alarma de que el hombre de 74 años, cuyo nombre responde a las iniciales C. S., llevaba varias horas en paradero desconocido, todo el mundo salió de las bodegas y las casas para colaborar en su búsqueda junto a las tres patrullas de la Guardia Civil que se desplazaron hasta el pueblo.
C. S. había salido por la mañana muy temprano a pasear con su perro, pero fueron pasando las horas y no volvía a casa. Su hija decidió no esperar más y llamar a la Guardia Civil, una decisión acertada y en sintonía con las recomendaciones de los cuerpos policiales en estos casos: avisar cuanto antes, es un mito que haya que esperar 48 ni 24 horas para denunciar una desaparición, y esas primeras horas son claves para que la búsqueda tenga éxito.
Zona en la que se encontró al desaparecido de Venialbo. / J. V.
En este caso, el recorrido de los agentes y vecinos por los caminos de Venialbo dio fruto antes de que cayera la noche. De hecho, antes de que comenzara el encierro urbano previsto con motivo de las fiestas. El perro fue localizado sobre las cuatro y media de la tarde, lo que permitió encontrar al desaparecido solo unos minutos después a pocos metros de su mascota.
Afortunadamente, C. S. se encontraba vivo y aparentemente en buen estado de salud física, pero se había desorientado durante su paseo.