Baptiste Santamaría fue presentado el pasado jueves como jugador del Valencia CF tras llegar procedente del Stade Rennes en forma de traspaso. El jugador firmó hasta 2027 y ha debutado esta misma semana en el Trofeu Taronja frente al Torino. A sus 30 años de edad, el centrocampista ha aterrizado en València para cubrir esa posición de ‘6’ posicional, aportando físico, experiencia y centímetros de altura en la medular.
Imponente en la recuperación
El francés ha ingresado al terreno de juego en el minuto 77 sustituyendo a Pepelu en la posición de pivote defensivo. A los pocos segundos de ingresar ya ha mostrado una de sus cualidades, apareciendo en el área desde segunda línea. Ha recibido el balón en la zona de castigo tras una gran internada de Otorbi por banda derecha, pero no se ha atrevido con el disparo y ha cedido el balón a Jesús Vázquez. Aunque la jugada no ha terminado en gol, Santamaría a demostrado su capacidad para unirse al ataque.
El otro atributo que ha enseñado claramente Santamaría es la capacidad para recuperar a través de la presión hacia adelante. El de Saint-Duchard ha dejado pinceladas de lo que le puede aportar a Corberán durante la temporada, con sus robos de balón en campo contrario, aprovechando su imponente físico. Esta faceta la sacó a relucir especialmente en su última temporada en el fútbol francés, en la que estuvo cedido en el Niza, equipo con el que clasificó a la fase previa de Champions League.
Baptiste Santamaría en el Trofeu Taronja / JM Lopez
Demostración ‘express‘
El futbolista ha entrado con el partido ya sentenciado, pues el Valencia ya ganaba de tres goles y el Torino llevaba unos minutos jugando con 10 tras la expulsión de Anjorin. Con el partido ya roto por el resultado y el cansancio acumulado de los futbolistas del equipo turinés, los últimos minutos no han sido un gran alarde de fútbol, pero ha dado tiempo para que el galo muestre algunas de sus características más significativas, tanto a Corberán como a la afición que le respaldará durante el resto de la temporada.