Kostas Sloukas no es únicamente uno de los mejores bases de los últimos 15 años de la Euroliga. Es uno de los mejores directores de juego históricos de la competición continental, con cuatro títulos europeos bajo el brazo, el último, logrado en 2024, con Panathinaikos, tras derrotar al Real Madrid por 95-80.
Aquella tarde, en Berlín, Sloukas se fue hasta los 24 puntos sin fallo en el tiro de campo, siendo nombrado el ‘MVP’ de aquella Final Four. Era el primer curso en PAO tras haberse consumado la ‘traición’ que llevó a cambiar el Pireo, con un Olympiacos en el que estuvo en dos etapas, por el OAKA y Panathinaikos. El cambio no le salió nada mal, en un movimiento que años antes había tomado Vassilis Spanoulis, pero en el sentido inverso.
Un destino, que pocos años antes podría haber sido distinto, y con el Real Madrid como protagonista. A través de una entrevista en el podcast ‘Demis Dialogues’ con el exfutbolista griego Demis Nikolaidis, Sloukas desveló una importante oferta blanca recibida en 2020, año en el que abandonó Fenerbahçe para volver a Grecia.
La importante oferta blanca
«Perdí mucho dinero por regresar a Olympiacos en ese momento. Tenía una oferta muy grande del Real Madrid. Mi esposa tovadía me riñe por no haber ido al Real Madrid y perder mucho dinero. Tenía el reto de ir a una Final Four de la Euroliga con Olympiacos en ese momento», desvela el talentoso director de juego. Aquella temporada, los bases del equipo de Pablo Laso eran Facundo Campazzo, Nico Laprovittola y Carlos Alocén.
Sloukas, héroe verde en la final ante Madrid / AP
Sloukas también explicó en la charla con Nikolaidis los motivos que le llevaron a cambiar de equipo en 2023 para fichar por el eterno rival. «Olympiacos no me quería y me dejó ir mal. Así que fui a ver al rival para demostrarle que se equivocaba”.
La de Llull, una «canasta con suerte»
Y explicó como pocos meses antes, vivió la canasta de Sergio Llull con la que el Real Madrid les derrotó en la final de la Euroliga de 2023: «En el baloncesto, la suerte influye, pero tú creas las condiciones, donde la suerte te favorece a ti o al rival. La canasta de Llull que decidió la Euroliga es, sin duda, una canasta de suerte».
Por último, Sloukas explicó también que afronta la recta final de su trayectoria: “El final de mi carrera está cerca y quiero permanecer en la conciencia de la gente como un muy buen atleta, un jugador que rompió su techo», concluyó.