Las altas temperaturas, el calor o el exceso de humedad pueden llegar a tener un importante impacto en la salud íntima de la mujer durante los meses de verano. Si a esto le sumamos los cambios de hábitos propios de estas fechas, podemos encontrarnos con la aparición de problemas que pueden convertir las vacaciones en una tortura.
Para evitarlo la doctora Cecilia Oliver, ginecóloga de la clínica de fertilidad Phi Fertility, señala los problemas más habituales que la mujer puede sufrir durante estos meses, como infecciones urinarias, y ofrece algunas claves para evitarlas y mejorar la higiene íntima.
Evitar las infecciones urinarias en verano
Si hay una patología que afecta habitualmente a las mujeres durante los meses de verano es la cistitis. Hablamos de una infección urinaria que aumenta durante estas fechas debido fundamentalmente al aumento de las temperaturas y de la humedad, además de un posible aumento de las relaciones sexuales.
Su incidencia es tal que, según los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad, anualmente, cerca del 5% de las mujeres acuden al médico a causa de la cistitis. Y es más, esta infección afecta al 50% de las mujeres al menos una vez a lo largo de su vida. Se trata de un problema muy molesto ya que provoca escozor o dolor al orinar, aumento de las ganas de ir al servicio e incluso sangre en la orina.
Cerca del 5% de las mujeres acuden al médico a causa de la cistitis. / JComp. Freepik.
Teniendo en cuenta todo esto, es importante tratar de evitar esta infección, para lo que la doctora Oliver recomienda:
- Intentar evitar la humedad a nivel genital. Esto se consigue no dejando el bañador mojado tras el baño.
- Evitar el uso habitual de compresas y salvaslip, pues aumenta la humedad a nivel genital.
- Beber mucha agua. La especialista en ginecología señala la lo ideal es tomar entre 2 y 3 litros de líquidos diariamente, de agua a ser posible. De esta forma se favorece “un buen flujo de orina y, por tanto, la eliminación de las bacterias”.
- Arándanos. Estos pequeños frutos previenen las infecciones urinarias al impedir que las bacterias de adhieran a la pared de las vías urinarias. Así, la ginecóloga recomienda consumir entre 30 y 400 ml de zumo de arándanos 2 a 3 veces al día.

Los arándanos previenen las infecciones urinarias. / Freepik
- Aumentar el consumo de Vitamina C. “Cada vez más autores afirman que al aumentar el consumo de vitamina C en la dieta (a base de zumo de naranja o limón natural), se consigue acidificar la orina”, explica la especialista, y a más acidez menos vulnerabilidad a las bacterias.
- Higiene íntima. Por último, la ginecóloga de Phi Fertility recomienda que durante los meses de verano, la higiene íntima debe realizarse con jabones específicos respeten el Ph vaginal. Además, es conveniente reducir los lavados genitales a una vez al día, de lo contrario se puede ver afectada la flora vaginal.
El verano: un buen momento para la fertilidad femenina
Pero no todo es negativo para la salud femenina durante el verano, ya que la reducción de los niveles de estrés, el aumento del tiempo de descanso o la mejora de la alimentación propios de estas fechas puede hacer de estos meses un buen momento para la fertilidad femenina y favorecer la concepción.
Según la ciencia, sí existen algunos factores que provocan que en verano la mayoría de las personas estén sexualmente más activas. ¿Por qué? Pues la experta explica que “la luz solar, más intensa y prolongada durante el verano, se sabe que aumenta la producción de vitamina D, la cual, además de su vital importancia en la absorción del calcio y el fortalecimiento de los huesos, está asociada con los niveles de testosterona”.

La reducción del estrés y la radiación solar hacen del verano un buen momento para la fertilidad femenina. / Freepik.
Además, algunos estudios señalan una posible relación entre el aumento de esta vitamina y la mejoría de la calidad del semen. “Por tanto, se estima que el solo no solo tendría influencia sobre el deseo sexual, sino también sobre la fertilidad”, señala la doctora Oliver.
Por último, la ginecóloga señala que los rayos de sol no solo tienen un efecto en las hormonas sexuales, sino también en otras, como las endorfinas, la serotonina, la oxitocina y otras sustancias que funcionan como neurotransmisores y provocan bienestar y buen humor, y, por ende, “más ganas de socializar y también un deseo sexual más pronunciado”. Si a esto le sumamos que durante el verano el estrés, uno de los principales enemigos de la libido, se reduce, estos meses de verano son un buen momento para la concepción.