Yurena ha vuelto al foco mediático gracias al estreno de la serie que recorre su vida, ‘Superstar’. La producción, que puede verse en Netflix, ha hecho que todos recordemos el ‘tamarismo’ que sacudió la cultura de nuestro país en los años 2000.
A ese recuerdo ha querido sumarse ‘De viernes’, invitando a la artista al programa para hablar de este reciente proyecto, recordando su éxito hace algo más de dos décadas: «A mí se me machacó y no se me dio el reconocimiento que yo merecía, mi canción fue número uno durante mucho tiempo y eso se intentó tapar».
Pero si hay un episodio que ha quedado grabado en la memoria colectiva de nuestro país ha sido la batalla judicial que enfrentó a Yurena con la bolerista Tamara, a causa del nombre artístico que ambas usaban.
«El nombre de Tamara estaba registrado por mí, yo lo había pagado, era mío. Yo recibo la demanda, contrato a unos abogados para que defendiesen esa demanda, presento el título de marca que era de mi propiedad y gano el juicio. Tamara la bolerista, en su derecho, recurre la sentencia y, sorprendentemente, en la provincial ganan. ¿A qué se debe eso? La bolerista pertenecía a una discográfica que pertenecía a su vez a un grupo mediático súper poderoso, ahí lo dejo».
Por último, Yurena recuerda de manera entrañable a su madre Margarita , a la que también salpicó su repentina fama en los 2000: «Ella ha sido el verdadero amor de mi vida, mi madre tenía Alzheimer y Parkinson, dejó de reconocer, de hablar, de comer… Yo solo quería que comiera, se fue apagando poco a poco».