entre la nostalgia y la revolución asiática

Durante los años 90 y principios de los 2000, las motos deportivas eran el sueño de toda una generación: tetracilíndricas de 600cc que giraban a más de 15.000 rpm, diseños sacados de los boxes del Mundial de Velocidad y una conducción excitante como pocas. Pero todo cambió. El carnet por puntos, el auge de los radares, la madurez de los motoristas y que ha propiciado la fiebre por las maxitrail, arrinconaron a las deportivas hasta casi hacerlas desaparecer de los catálogos. Durante más de una década, las supersport se convirtieron en una rareza… hasta ahora.

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