El mercado de ocasión sigue siendo el principal recurso de los conductores para comprar un coche. La rápida disponibilidad y un precio más asequible (aunque ligeramente al alza) son las principales ventajas de los vehículos de segunda mano.
Dentro del proceso de compra de un coche usado, el nuevo propietario deberá asumir el pago del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP). Este gravamen es el que se aplica a las compraventas de bienes como viviendas o vehículos de segunda mano, que al mismo tiempo quedan exentos de IVA.
Cuánto se paga de ITP
La gestión y recaudación (y por ende, el pago) del ITP se gestiona autonómicamente. Como consecuencia, el valor del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales puede variar de comunidad en comunidad.
Habitualmente, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales se calcula estableciendo un porcentaje sobre el valor de venta del vehículo. Este porcentaje varía entre el 4 y el 8% dependiendo de la comunidad autónoma e incluso hay excepciones en las que el comprador queda exento de pagar este impuesto.
Pero, ¿cuál es ese valor que se toma como referencia para calcular el ITP? Hay que ir al Boletín Oficial del Estado para consultar las tablas del Ministerio de Hacienda.
Cómo se calcular el ITP
En estas tablas se recoge el valor real de venta de los vehículos, una cifra que también se usa como valor venal del coche para, por ejemplo, calcular la indemnización si el vehículo sufre un siniestro total.
Calcular el ITP con este valor en mano es muy fácil. En el listado, habrá que localizar el modelo de coche comprado para saber su valor medio de venta. Después, habrá que acceder a la sede electrónica de cada comunidad autónoma para ver cuáles son los requisitos y, ahí, indicar otras características como la cilindrada del vehículo.
Por ejemplo, en Andalucía se paga el 8% de ese valor real del vehículo como Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, pero si la potencia del mismo es inferior o igual a 15 CV fiscales, el porcentaje se reduce el 4%. En Aragón, el tipo impositivo es del 4%, pero si la cilindrada del vehículo está entre los 1.000 y los 1.500 cc, la tasa serán solo 20 euros y si se queda entre los 1.500 y los 2.000 cc., de 30 euros.