Valeria Somaza, hermana del opositor venezolano Luis Somaza, denunció este sábado que han pasado cinco meses de lo que consideró como la «injusta detención» del también activista político del partido Voluntad Popular (VP), para quien exigió justicia y libertad. En su cuenta de Instagram, Valeria Somaza aseguró que el opositor permanece detenido en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en Caracas, conocido como El Helicoide, donde, dijo, no ha recibido visitas ni «atención médica confiable» y tampoco, subrayó, ha tenido acceso a un abogado privado.
«Luis Somaza es inocente y su detención refleja las violaciones sistemáticas a los derechos humanos que enfrentan más de 900 presos políticos en Venezuela», afirmó la hermana del antichavista. Según la oenegé Foro Penal, en Venezuela hay 940 presos políticos, la mayoría detenidos tras las presidenciales de 2024, cuando Nicolás Maduro fue proclamado mandatario reelecto por el ente comicial y la mayor coalición opositora, Plataforma Unitaria Democrática, denunció este resultado como fraudulento.
Acusaciones de la fiscalía
Tanto el Gobierno como la Fiscalía de Venezuela niegan que en el país haya detenidos por motivos políticos, si no que aseguran cometieron diversos delitos, afirmación que rechazan varias oenegés y líderes antichavistas. El pasado 14 de febrero, el ministro de Interior, Diosdado Cabello, confirmó la detención de Somaza, dos días después de que la familia y VP denunciaran su arresto. Cabello llamó «delincuente» a Somaza y lo acusó de supuestamente controlar y manejar dinero de oenegés de los opositores Juan Guaidó y Leopoldo López.
Un día antes, el funcionario informó sobre una investigación de la financiación de Usaid (siglas en inglés de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), luego de que el chavismo denunciara una presunta trama de «corrupción» de oenegés y opositores con estos fondos. En ese sentido, Cabello señaló entonces que «todos los dirigentes de la oposición» están «vinculados directamente» con el financiamiento de la Usaid, creada en 1961 y considerada durante décadas como el mayor distribuidor de ayuda humanitaria en el mundo y que fue cerrada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump