La llamada “coalición de voluntarios” en Ucrania está cada vez más cerca de ser una realidad en cuanto se logre un eventual alto el fuego. Así lo han confirmado los líderes del Reino Unido y de Francia, los principales impulsores de la iniciativa, tras un encuentro por videoconferencia mantenido este miércoles con algunos representantes de los países de la OTAN y con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. “Llevamos varios meses inmersos en la fase de planificación militar, trabajando intensamente con varios países. Ya hemos ultimado el plan, que está listo para ponerse en marcha, lo cual supone un avance muy importante”, ha asegurado el primer ministro británico, Keir Starmer.
En el encuentro de este miércoles, en el que ha participado por primera vez un representante del Gobierno de Estados Unidos —el enviado especial para Ucrania, Keith Kellogg—, los jefes militares han informado sobre los avances logrados en los últimos meses, incluida la finalización de las visitas de reconocimiento a Ucrania, que tienen por objetivo comprender mejor cómo la coalición podría ayudar mejor a las fuerzas ucranianas sobre el terreno y proporcionar estabilidad a largo plazo. Tanto Starmer como el presidente francés, Emmanuel Macron, han señalado que efectivos de la coalición se podrían desplegar en el país eslavo en cuestión de días tras el cese de las hostilidades.
El plan de la coalición es ayudar a mantener la seguridad en Ucrania tanto por tierra, como por mar y aire. En el caso del apoyo terrestre, el objetivo es proporcionar expertos en logística, armamento y entrenamiento para ayudar a la regeneración del ejército ucraniano. También tiene previsto proporcionar aviones para llevar a cabo tareas de vigilancia aérea que ayuden a garantizar la seguridad del espacio aéreo ucraniano, así como reforzar la fuerza operativa del Mar Negro con el objetivo de acelerar la retirada de minas y para garantizar el acceso seguro de los buques que transitan con origen o destino a los puertos del país.
Conversaciones estancadas
A pesar de los avances, todavía tienen que darse pasos importantes para que la coalición de voluntarios pueda implementarse de forma efectiva. Las conversaciones para un alto el fuego entre Rusia y Ucrania siguen lejos de materializarse, a pesar de la disposición de Kiev a sentarse en la mesa de negociaciones. “Han pasado cuatro meses desde que Ucrania aceptó un alto el fuego total e incondicional. Durante este tiempo, Rusia ha intensificado los ataques contra la población civil de Ucrania, causando más de 700 muertos y más de 3.500 heridos en los ataques aéreos más intensos de la invasión hasta la fecha”, han recalcado Starmer, Macron y Zelenski en una declaración conjunta.
La escasa voluntad del presidente de Rusia, Vladimir Putin, de alcanzar un alto el fuego ha alejado la posibilidad de que la coalición de voluntarios pueda desplegarse en un futuro cercano. Por otro lado, tampoco está claro hasta qué punto su puesta en marcha sería viable sin la salvaguarda de Estados Unidos en caso de que Rusia decida atacar de nuevo. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha evitado ofrecer apoyo a la coalición, aunque la presencia de Kellogg en la reunión de este miércoles ha sido interpretada como un gesto de buena voluntad.
A la espera de que avancen las conversaciones, los países aliados se han comprometido a imponer nuevas sanciones contra los sectores energético y financiero de Rusia, incluidas sus exportaciones de petróleo y gas y la llamada “flota fantasma”. Los líderes también se han comprometido a seguir ofreciendo apoyo militar y financiero a Ucrania con un desembolso de al menos 40.000 millones de euros previsto para este año.
Suscríbete para seguir leyendo