El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) responsabilizó a Rusia por el derribo del vuelo MH17 en el este de Ucrania en julio de 2014, en el que murieron los 298 ocupantes, y por múltiples violaciones a los derechos humanos cometidas por sus fuerzas o por entidades separatistas en Ucrania.
«Rusia era responsable de los actos y omisiones del Ejército ruso y de las entidades separatistas en el este de Ucrania», añadió en su decisión el tribunal con sede en Estrasburgo (Francia).
La sala del TEDH «concluyó por unanimidad que Rusia había ejercido autoridad y control sobre las personas afectadas por sus ataques militares en Ucrania y que, por lo tanto, estas personas se encontraban bajo su jurisdicción».
«Actos de tortura»
Rusia es culpable de ejecuciones de «civiles y militares ucranianos fuera de combate», «actos de tortura», «desplazamientos injustificados de civiles» e incluso «destrucción, saqueos y expropiaciones», dijo el presidente del TEDH, Mattias Guyomar. El ministerio de Justicia ucraniano celebró una «decisión histórica».
La corte paneuropea con sede en Estrasburgo, en el noreste de Francia, forma parte del Consejo de Europa -un organismo no vinculado a la Unión Europea- y tiene la tarea de velar por el cumplimiento del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
Tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, Rusia fue excluida del Consejo de Europa y se retiró del convenio en septiembre de ese año. Pero el tribunal todavía es competente en casos que se presentaron antes de esa fecha.
Petición de liberación
Rusia «debe liberar de inmediato o devolver de manera segura a todas las personas que, en el territorio ucraniano ocupado por las fuerzas rusas o bajo control ruso, fueron privadas de su libertad (…) y que aún están detenidas por las autoridades rusas», agrega el fallo.
La Gran Sala del TEDH considera también que Moscú «debe proporcionar sin demora su cooperación para permitir la «identificación de todos los niños trasladados de Ucrania a Rusia o al territorio controlado por Rusia».
Sus 17 jueces respondieron así a dos demandas presentadas por Kiev contra Rusia tras las operaciones llevadas a cabo en 2014 en el Donbás y la guerra iniciada en febrero de 2022, y otra de Países Bajos por el derribo de un avión que partió de Ámsterdam el 17 de julio de 2014.
El vuelo MH17, cuyo destino era Malasia, fue derribado por un misil en la región de Donetsk, en el Donbás, causando 298 víctimas. El primer ministro neerlandés, Dick Schoof, calificó esa decisión de «un importante paso hacia la justicia», en la red social X.