En los momentos más complicados para Pedro Sánchez, el expresidente José Luis Rodríguez siempre ha salido al rescate. Lo hizo en las últimas generales, echándose la precampaña a las espaldas para movilizar a las bases cuando todas las encuestas estaban en contra, o después para salir en defensa de decisiones que removieron al partido. Como la ley de amnistía, primero, o el pacto con ERC para la financiación singular de Catalunya para la investidura de Salvador Illa, después. En la sombra ha contribuido también a engrasar las conversaciones con Junts en Ginebra en su punto más crítico, cuando se amenazó con instar a una cuestión de confianza. Desde que estalló el ‘caso Cerdán’, sumiendo al partido en una depresión, Zapatero se ha mantenido en silencio, pero por poco tiempo. Este lunes acompañó a Pedro Sánchez en un acto de conmemoración del 20 aniversario del matrimonio igualitario que se aprobó bajo su presidencia y en “los próximos” saldrá a hablar para respaldarlo, según fuentes de su entorno.
El expresidente se volverá a movilizar para intentar levantar el tocado ánimo de cuadros y militancia. “Hay que tener visión estratégica”, señalan las mismas fuentes de su entorno, para medir el cuándo y el cómo de su salida a la palestra para abordar esta crisis del PSOE y del Gobierno. Lo hará, por tanto, previamente al comité federal del próximo 5 de julio, la reunión del máximo órgano de dirección entre congresos ante el que los más críticos velan armas. Asimismo, a la espera de esta cita y de que Sánchez ponga un plan sobre la mesa, se extienden los planteamientos de una remodelación profunda en la ejecutiva. En líder de los socialistas dio a entender que se limitaría a un cambio quirúrgico, de pieza por pieza, en la secretaría de Organización.
Con tono optimista, en el entorno de Zapatero echan mano de la historia de un partido “con 145 años” de vida, para deslizar que se repondrá y que seguirá aportando al país en avances sociales. De hecho, añaden desafiantes que más preocupados “deben estar otros”. Sánchez mantiene la tesis de que en el PSOE la corrupción no es sistémica, a diferencia del PP, a quien augura una catarata de juicios de cara al próximo otoño. De hecho, incluso retó a Alberto Núñez Feijóo a presentar una moción de censura antes del verano, vaticinando que pueden empezar “a sucederse las resoluciones de muchas de las causas que tienen al PP pendientes y entonces se verá quiénes son los delincuentes de verdad”.
El golpe de mano de Sánchez con el acuerdo a las puertas de la cumbre de la OTAN para no tener que asumir el 5% del gasto militar, aún matizado por Mark Rutte, ha insuflado algo de ánimo en las tocadas filas socialistas. El propio Zapatero se salió del guion en el acto sobre el matrimonio igualitario para reivindicarlo como un “hito histórico”. «Ayer [por el domingo], Sánchez consiguió que no nos apliquen el 5% para que podamos tener derechos sociales, bienestar, becas, dignidad, gracias a su determinación y su valentía», aseguró. “Los hitos históricos hay que saber apreciarlos. Darle valor a lo que lo tiene», concluyó su arenga.
Para el expresidente, este “hito” y otros como los del matrimonio igualitario son la seña de identidad del PSOE. Un cortafuegos ante la corrupción, como intentan cavar en Moncloa, a pesar de que la ‘trama Koldo’ ha surgido en la columna vertebral del ‘sanchismo’, con dos secretarios de Organización de la era Sánchez presuntamente implicados según los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. De hecho, el acto conmemorativo de este lunes se celebró mientras en el Supremo declaraba el exministro de Fomento, José Luis Ábalos, y tras hacerlo antes su asesor, Koldo García.
Respetado por los socios y con ascendencia en la militancia
Si en el PSOE suelen insistir en que Zapatero siempre está para ayudar en lo que se necesite, el expresidente siempre ha destacado como férreo defensor de las políticas y decisiones estratégicas de Sánchez. A falta de concretarse los pasos a seguir para intentar salir de esta crisis, Zapatero anticipa que se prodigará en entrevistas y participará en actos. Algunos por la efeméride este 30 de junio de los 20 años de la aprobación de la ley del matrimonio igualitario, pero sin dejar de entrar a dar su visión sobre el actual contexto. Elocuente fue su arranque en el acto de este lunes al reconocer, sin eufemismo, que «vengo a politizar este acto.
Rehabilitado por la izquierda y respetado entre los socios, incluido Podemos, su ascendencia entre la militancia es notoria. Un perfil que se ha construido también como antítesis a las posiciones del expresidente socialista, Felipe González, cada vez más crítico con Sánchez y quien ha pedido un adelanto electoral, junto a otras voces como la del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
«Cuando las cosas se pusieron difíciles, y se pusieron muy difíciles, José Luis estuvo ahí, echando una mano, y esta victoria es también de Zapatero», le reconoció Sánchez en el primer acto de partido tras la investidura. Las dificultades se han multiplicado desde entonces hasta el punto de situar al jefe del Ejecutivo en un callejón sobre el que no entrevén escenarios de salida. Con todo, Zapatero volverá a estar ahí.
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