De Paco López, con el que aprendió en el filial del Villarreal en la antigua Segunda B, a Borja Jiménez, el entrenador de su confirmación en la élite de Primera, han pasado nueve años en la trayectoria del primer y único fichaje del Valencia CF hasta el momento, Dani Raba. Casi una década de experiencia en la que el santanderino ha ido sorteando las curvas del camino hasta alcanzar la madurez con la camiseta del Leganés. «Seguramente, Dani (Raba) se encuentra en su mejor etapa a nivel de madurez y experiencia. El ‘Lega’ le ha ayudado mucho a desarrollar con confianza el fútbol que tiene en las piernas», afirma Paco López en SUPER.
El nuevo entrenador de los ‘pepineros’ sabe a la perfección lo que el atacante de 29 años puede darle al Valencia a estas alturas de su carrera. Quienes mejor lo conocen coinciden en que ha llegado su hora. Poco después de anunciarse su fichaje por la entidad de Mestalla, Jiménez, que ha acabado contrato con la entidad de Butarque, declaraba en los micrófonos de ‘Tribuna Deportiva’ que los blanquinegros acertaban en el momento del fichaje de Raba. «Es un chico muy trabajador, en dos años ha entendido perfectamente que algo prioritario para ser mejor es el trabajo diario. Se cuida mucho, está en plena madurez personal y futbolística», decía el técnico. Y, precisamente, este sábado el jugador dio un paso de estabilidad en lo emocional al contraer matrimonio con su pareja, Miranda.
«Se encuentra en su mejor momento, en un estado de forma que le convierte en uno de los jugadores más peligrosos de tras cuartos hacia delante. A nivel personal, solo tengo palabras de agradecimiento para él por cómo se ha portado, respetando al club y al entrenador. Ha sido muy profesional», terminaba Jiménez. Un compromiso en el trabajo diario del que también habla, incidiendo en sus mejores en el esfuerzo defensivo, Paco López.
Los frutos que Raba ha dado en los últimos años con el Leganés no son casualidad. Él mismo es el primero que reconoce que se halla «en un momento ideal para darle al Valencia lo mejor». El de Santander está con los «ganas» de volver a probarse en la lucha por cotas mayores en Primera y quitarse la ‘espinita’ del Villarreal. Solo tiene agradecimiento al Submarino, con el que cambió durante unos meses la opinión de Unai Emery y acabó lanzando uno de los penaltis en la tanda de la final de la Europa League ganada al United, pero del que salió en enero de 2022 con la carta de libertad acordada rumbo al Granada.
Dani llega al Valencia más maduro y experimentado que nunca. El ‘Lega’ le ha ayudado a reforzar su confianza
GRANADA, DURA ETAPA
En tierras nazaríes, donde en apenas media temporada contó con tres entrenadores -Robert Moreno, Torrecilla y Karanka-, pasó momentos difíciles. No encontró su lugar mientras los problemas físicos mermaban también sus opciones. Ta solo jugó 24 minutos en la capital contra Real Madrid y Atlético sin ninguna fortuna. Como el propio Raba ha reconocido, en sus horas más bajas intentó dar con una ayuda en la figura de un ‘coach’. «No me funcionó. Pero mi padre sí», confesó en una entrevista a ABC en marzo. El apoyo que levantó a Raba fue la familia. Los consejos de su progenitor y la compañía de sus hermanos. Su padre, exjugador de baloncesto en los juveniles del Real Madrid, no dudó en coger el coche desde Santander e ir al lado de su hijo Dani.
La etapa en Granada pasó. Como meses atrás, libre, en julio de 2022 el Leganés le abrió los brazos ofreciéndole la oportunidad de ‘resetear’ desde Segunda división. No era la primera vez. En 2019 se vistió la camiseta de la SD Huesca, a la que llegó cedido por el Villarreal. Allí, en la Plana Baixa, cinco años antes, con 18, había comenzado su aventura como futbolista profesional. El salto de tener que multiplicar los entrenamientos semanales lejos de casa, a cientos de kilómetros de su Santander natal.
Raba subió del Villarreal C al B. Los entrenamientos con el primer equipo se hicieron cada vez más habituales desde 2016. El talento de su zurda convencía a Calleja y en la campaña 2017/18 sumó 29 partidos entre la Liga, la Copa y la Europa League, igualando incluso los 1500 minutos de juego que ese mismo curso alcanzó con el filial al que el técnico madrileño había comenzado entrenado hasta sustituir a Fran Escribá en el banquillo de los mayores.
En agosto de 2019, el Submarino decidió ceder al atacante al Huesca tras una campaña 18/19 en la que su participación se había reducido prácticamente a la mitad. Las lesiones musculares cortaron el ritmo con el que empezó vestido de azulgrana. Aun así, a la postre, el cántabro dejó buen recuerdo en El Alcoraz con cuatro goles para un conjunto con el que colaboró en el regreso a la Liga división como campeón de la Segunda división.
Posteriormente, el objetivo de integrarse en un Villarreal a las órdenes de Unai Emery más competitivo se hizo imposible para un futbolista al que los percances físicos no abandonaban. En ese contexto, pese a tocar competiciones como la Champions y la Supercopa de Europa, su cuota de minutos se reduce a la mitad de la anterior etapa. Debe salir en busca de nuevas oportunidades. Y lo consigue a la segunda, en Leganés, donde ha completado su particular ‘mili’.
Los números de Dani Raba en su carrera / sd
RENACER EN BUTARQUE
La estancia sudoeste de Madrid han servido al hoy futbolista del Valencia para recobrar las sensaciones tras años complicados. En Butarque ha podido acumular sus temporadas con más tiempo y presencia sobre el campo. Condujo al Leganés a Primera con ocho goles y siete asistencias en 2024. Y, en la temporada recién acabada, Raba ha hecho más goles que nunca antes en la máxima categoría manteniendo vivo al ‘Lega’ hasta el final y abriéndose la puerta del Valencia.