Las Palmas de Gran Canaria vivió en la tarde del sábado 14 de junio una escena que, por poco, no se convierte en noticia trágica. Fue en la rotonda de la Plaza Doctor Cesáreo Rosas Rodríguez, en la conocida zona de La Minilla, donde un vehículo, al parecer sin detenerse ni mostrar intención de ceder el paso, accedió desde la GC‑2 por la calle Doctor Manuel Pescador Sánchez con dirección a Escaleritas, justo cuando otro coche ya circulaba correctamente dentro de la glorieta. En ese instante, el cruce de trayectorias estuvo a escasos metros de transformarse en una colisión violenta, que podría haber tenido consecuencias graves tanto para los conductores como para quienes transitaban por esa vía.
La escena duró apenas unos segundos, pero el impacto emocional fue claro. Las reacciones de los conductores, visibles desde aceras cercanas, reflejaron el susto y la tensión del momento. Quien se aproximaba por la glorieta se vio obligado a frenar bruscamente, y solo la rapidez de reflejos evitó lo peor. Este tipo de maniobras imprudentes son especialmente peligrosas en entornos urbanos como La Minilla, donde la confluencia de vehículos es continua y la visibilidad, en algunos tramos, puede ser limitada.
Lo sucedido reabre el debate sobre el respeto a la normativa vial y el uso correcto de las rotondas, que en muchas ocasiones sigue siendo fuente de errores y negligencias. Según el Reglamento General de Circulación, la prioridad en una glorieta la tiene siempre el vehículo que ya está dentro de la misma, mientras que quien desea acceder debe reducir la velocidad, observar el flujo y ceder el paso. No hacerlo no es solo una infracción: es una irresponsabilidad que pone en juego vidas humanas. La sanción por esta acción puede suponer hasta 200 euros de multa y la pérdida de cuatro puntos del carnet de conducir, pero más allá de la penalización económica, lo que está en juego es la seguridad vial de todos los que compartimos las vías públicas.
En esta ocasión no fue necesario lamentar daños materiales ni personales, y no se han reportado intervenciones de la Policía Local ni servicios de emergencia.
Multas y sanciones
A pesar de que el incidente no terminó en colisión, la maniobra constituye una infracción grave recogida en la legislación vigente. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), no respetar una señal de «ceda el paso» implica una sanción económica de hasta 200 euros y la retirada de 4 puntos del permiso de conducir, tal como establece el artículo 65.4.c de la Ley de Seguridad Vial y el artículo 20 del Reglamento General de Circulación. Esta normativa vial se aplica especialmente en intersecciones y rotondas, donde el flujo continuo de vehículos requiere máxima atención y cumplimiento de las prioridades de paso.
Gráfico sobre cómo circular en rotondas / Revista de Tráfico y Seguridad Vial – DGT
Además, si la maniobra es considerada conducción temeraria, puede acarrear sanciones aún más severas, incluyendo la posibilidad de enfrentarse a delitos contra la seguridad vial, castigados con penas de prisión de 6 meses a 2 años, multas o la retirada del carnet por un periodo de hasta 6 años, de acuerdo con el Código Penal español, artículo 380 y siguientes.