Una protesta pacífica en repulsa a una agresión sexual en Irlanda del Norte deriva en disturbios por motivos «racistas»

La ciudad de Ballymena, en Irlanda del Norte, se encuentra sumida en el caos. Una protesta pacífica en repulsa a una presunta agresión sexual a una adolescente por parte de dos varones de 14 años ha derivado en graves disturbios con motivos racistas, ya que los acusados son extranjeros.

La Policía de Irlanda del Norte ha confirmado este martes que 15 agentes resultaron heridos durante la noche del lunes. Además, varios individuos enmascarados se desligaron de la manifestación, que estaba transcurriendo sin altercados, para levantar barricadas y atacar casas y establecimientos en la localidad, al norte de la provincia británica.

La manifestación se convocó después de que los dos adolescentes, que están acusados de intento de violación y actualmente se encuentran en prisión preventiva, comparecieran ante un tribunal de Ballymena. Ambos niegan los cargos.

Tras ello, cientas de personas se congregaron para denunciar la agresión sexual de manera pacífica. Incluso participaban niños. Sin embargo, después de que la BBC informara de que un intérprete rumano había confirmado los nombres y edades de los presuntos agresores, la manifestación se radicalizó.

Varias personas con actitud violenta y enmascaradas comenzaron a atacar minorías étnicas y a efectivos de la policía autónoma con bombas incendiarias, ladrillos y cócteles molotov, lo que ha provocado heridas a 15 agentes. La policía también investiga un incendio provocado.

Grupos de extrema derecha e influencers amplificaron la noticia del caso de agresión y celebraron la violencia en las redes sociales, según informa The New York Times. Es por ello que los oficiales afirman que se trata de «violencia racista, pura y simple«. Por el momento, hay una persona de 29 años detenida.

Además, al menos tres personas tuvieron que ser evacuadas de sus casas ya que estos ataques también se produjeron contra viviendas, coches y negocios pertenecientes a personas extranjeras, algo que también se investiga como ataques de odio racial.

El subjefe de policía Ryan Henderson afirmó en una conferencia de prensa que algunas personas «estaban claramente dispuestas a cometer actos violentos», e indicó que «hubo cierto grado de planificación».

El parlamentario local Jim Allister, líder del partido radical Voz Tradicional Unionista (TUV), ha afirmado que el «contexto» de la manifestación está relacionado con un «cambio demográfico significativo en la zona» debido a la «inmigración desenfrenada».

Aproximadamente el 3,5% de la población de Irlanda del Norte pertenece a una minoría étnica.



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