Empezó siendo una pequeña tienda de artículos de viajes, deportes y juguetes; hoy, una treintena de locales y 200 trabajadores integran Bazar Sport, un negocio familiar que ha sabido adaptarse y crecer a lo largo de más de 60 años. Fundado en 1958, con una estela de tres generaciones en su directiva, ha sido reconocido este 2025 con una Medalla de Oro de Las Palmas de Gran Canaria por su trayectoria como entidad local. A los mandos se encuentran actualmente Yaiza Rendón y su padre Cayetano, quien ya está allanando el camino para retirarse y pasar el testigo tras una carrera profesional dedicada a la empresa que abrieron sus padres.
Todo empezó en el número 17 de la calle Ferreras de la mano del matrimonio de Cayetano Rendón y Milagros Rodríguez, padres de Cayetano. «Nacimos en La Isleta y para nosotros significa mucho, siempre hemos estado en La Isleta y siempre estaremos. La gente del barrio nos apoyó mucho», relata.
Escaparate de la primera tienda de Bazar Sport, en La Isleta, en una imagen de archivo / LP/DLP
En esa época, cuando él todavía era pequeño, rememora que mucha gente compraba al fiado, con la única garantía de la confianza que tenía su madre en la vecindad, porque no tenían los suficientes recursos económicos para pagar al momento: «Si se llevaban unas botas porque el chiquillo necesitaba jugar en el campo y no tenía dinero, pues se le dejaban las botas y los padres pagaban cuando cobraban».
La expansión del negocio
Erigida como una de las primeras tiendas deportivas de Canarias, Bazar Sport abrió su primera sucursal en el año 1966, concretamente en la calle Zaragoza en Schamann. Poco a poco fueron estableciéndose en varias zonas estratégicas de Las Palmas de Gran Canaria hasta que dieron el salto a otros municipios y, después, a otras islas.
En 1981 empezaron a hacer importaciones desde China, Taiwán, Pakistán, Alemania, Francia y Estados Unidos, entre otros países. Sin embargo, tienen claro que su centro es Canarias, por lo que sus planes de futuro no incluyen salir del Archipiélago. «Todo lo que se puede hacer en Canarias, lo hacemos en Canarias. Defendemos mucho la empresa de aquí. Necesitamos el respaldo de los canarios, que lo tenemos, porque si no no estaríamos después de tantos años, pero de alguna manera debemos involucrarnos más en los productos y las empresas canarias«, cuenta.
Con él coincide su hija Yaiza, perteneciente a la tercera generación, que se incorporó en el año 2002 tras completar sus estudios en Administración de Empresas con especialidad en marketing. Fue entonces el momento de abordar el negocio a partir de nuevos retos e incorporando una perspectiva más tecnológica, aunque preservando el carácter familiar que no solo está presente en la directiva. Y es que entre sus 200 empleados también hay nietos y nietas de los trabajadores de hace décadas.

Cayetano y Yaiza Rendón, en una de las tiendas de Bazar Sport, pertenecientes al grupo Base / LP/DLP
El valor de la promoción interna
Tal y como cuenta Yaiza, uno de los valores fundamentales que defienden es «cuidar mucho del personal«, motivo por el que una de sus principales apuestas es la promoción interna. «Muchos de nuestros puestos relevantes son gente que empezó de vendedores, o incluso de prácticas, y han ido creciendo. Queremos que la gente entre con nosotros y crezca dentro de la empresa», asegura. Por ese mismo motivo, pretenden celebrar el reconocimiento de la Medalla de Oro junto al equipo de Bazar Sport, «que son las personas que han colaborado para que sea posible».
Eso no quita que en un sector competitivo, lleno de marcas y empresas globalizadas, tengan que traer también talento de fuera para conocer de primera mano cómo trabajan en otros lugares. En cualquier caso, Yaiza asegura que uno de sus puntos fuertes, el cual les permite diferenciarse de la competencia, es que gozan de una amplia experiencia que les ha permitido saber qué busca la clientela y cuáles son sus preferencias, así como afinar una capacidad de reacción frente a las nuevas tendencias y demandas.
Una mujer pionera
Sobre ello saben mucho Milagros Rodríguez, un pilar fundamental de la empresa, y María Concepción García, la esposa de Cayetano, quien también se incorporó a la entidad para seguir innovando y relacionándose con clientes y empleados. En el caso de Milagros, maestra de profesión, tanto su hijo como su nieta la mencionan con admiración y orgullo. Se refieren a ella como una «pionera» en las ventas durante una época en que las mujeres tenían muy limitadas las tareas que podían desempeñar, ya que, entre otras cuestiones, fue gracias a Milagros que Bazar Sport se incorporó al grupo Base hace 20 años.
«El alma comercial era mi madre, doña Milagros le vendía un polo a un esquimal. La expansión vino por sus ganas de emprender una aventura comercial mayor», relata Cayetano con emoción.
Compromisos, responsabilidades y retos
También Gaizka Garate, el marido de Yaiza, se sumó a Bazar Sport en el sector técnico y, posteriormente, en el financiero. Además, otras personas de la familia, incluyendo hermanos y primos, se implicaron de lleno en el negocio. La Medalla de Oro que han cosechado después de tantos años es un reconocimiento por su labor, pero también una responsabilidad, un compromiso por mantener el listón alto y un reto que cogen con ganas. Para Yaiza, se trata de «seguir dando la talla» en lo que espera que sean, «como mínimo, 50 años más».
Cayetano, por su parte, añade que a partir de ahora deben seguir demostrando que merecen dicho reconocimiento. «Siempre ha sido así, pero ahora mucho más, porque no basta con que te pongan una medalla, sino que tienes que mantener ese mérito e incluso exigirte más que antes«, reflexiona. Sobre todo en unos tiempos en que «el tejido comercial canario es cada vez más débil» porque hay «muchas franquicias y empresas a nivel internacional». En esa línea, apunta que «por desgracia, en las calles principales o los centros comerciales, quedan muy poquitas de todas estas empresas amigas y conocidas de nuestro sector y de otros sectores«.
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