La localidad costera de Barreiros, en el norte de Lugo, se ha convertido en los últimos años en un gran reclamo para turistas que, llegados de todas partes de España y algunos rincones del extranjero, apuestan por las limpias aguas y finas arenas de sus playas. De hecho en los últimos años en verano este pequeño pueblo llega a cuadruplicar su población.
arena fina y temperaturas suaves
A pesar de una mayor masificación, para lo que es la zona, aún es un destino muy distante a otros del sur o el levante español donde no queda un centímetro cuadrado en que posar la toalla. Eso, unido a una temperaturas menos agobiantes, un entorno natural precioso y una deliciosa gastronomía, ha generado una curva ascendente de visitantes que no deja de crecer en los últimos años.
Las playas de Barreiros son tan especiales que atraen a toda clase de visitantes… no sólo a los humanos. Ejemplo de ello es este jabalí que ha decidido darse su primer bañito en la Playa de Altar, aprovechando un momento en que no había nadie en el arenal, justo al atardecer. Una carrerita por la arena para entrar en calor y remojón final en una de las charcas que allí se forman, que tienen el agua más calentita.
DISFRUTAR DE LO LINDO
La imagen ha sido recogida por los responsables del Chiringito Bartolo, ubicado en ese entorno, y aprovechan para bromear señalando que el jabalí estaba buscando sitio en el local pero no se había percatado de que aún no han abierto al público.
Tal como explica Ramón Barreira, responsable del chiringo, el jabalí «estaba solo, muy tranquilo y parecía que no era la primera vez que iba a la playa y se le veía disfrutar ahí en el agua salada».
Esa mayor cercanía de los jabalíes a las zonas pobladas y la normalización de su presencia a nuestro alrededor nos llevará compartir este verano toalla y bocata con algo más que con las gaviotas.