Ucrania derriba un avión ruso Su-35 en la región de Kursk

Ucrania anunció que sus fuerzas aéreas derribaron un avión de combate ruso Su-35 en Kursk el 7 de junio de 2025.

Ucrania derriba un Su-35 ruso en operación en Kursk

El 7 de junio de 2025, las fuerzas aéreas de Ucrania lograron derribar un avión de combate ruso Su-35 en la región de Kursk, según informó el ejército ucraniano a través de un comunicado en Telegram. El incidente ocurrió durante una operación militar en la dirección de Kursk, una zona que ha sido escenario de intensos enfrentamientos desde la incursión transfronteriza ucraniana iniciada en agosto de 2024. La acción eleva a 414 el número total de aeronaves rusas destruidas desde el comienzo de la invasión a gran escala en 2022, de acuerdo con datos del Estado Mayor de Ucrania.

El Su-35, un caza multirole de generación 4.5, es uno de los aviones más avanzados de la Fuerza Aérea Rusa, equipado con radar Irbis-E capaz de detectar objetivos a 400 kilómetros y armamento que incluye misiles aire-aire, bombas guiadas y misiles antibuques. La aeronave, diseñada para superioridad aérea y ataques de precisión, se estrelló cerca del pueblo de Yurasovo, en el distrito de Glushkovsky, a unos 15 kilómetros de la frontera ucraniana. Un video difundido por la Fuerza Aérea de Ucrania mostró los restos del avión en llamas.

El derribo del Su-35 se produce en el contexto de una serie de operaciones ucranianas dirigidas a debilitar la capacidad aérea rusa. El 1 de junio de 2025, la SBU (Servicio de Seguridad de Ucrania) llevó a cabo la Operación Spiderweb, un ataque con drones que impactó 41 aviones rusos, incluyendo bombarderos estratégicos Tu-95 y Tu-22M3, en cuatro aeródromos situados en varias regiones de Rusia. Este ataque, que causó daños estimados en $7 mil millones, afectó al menos 21 aeronaves, según analistas de inteligencia de fuente abierta. Los drones, lanzados desde camiones ocultos, alcanzaron objetivos a miles de kilómetros de la frontera ucraniana.

La región de Kursk ha sido un punto focal de la guerra desde que Ucrania lanzó una ofensiva transfronteriza en agosto de 2024, en la que capturó inicialmente más de 1,000 kilómetros cuadrados de territorio ruso, incluyendo la ciudad de Sudzha. Desde marzo de 2025, Rusia, reforzada por tropas norcoreanas, ha intentado recuperar el control de la zona, lo que ha incrementado los enfrentamientos. El derribo del Su-35 forma parte de los esfuerzos ucranianos para contrarrestar la superioridad aérea rusa, que ha dependido de aviones como el Su-35 para proporcionar cobertura aérea y realizar ataques de precisión contra posiciones ucranianas.

Detalles clave sobre el derribo del Su-35 en Kursk

  • Fecha: 7 de junio de 2025, en la mañana.
  • Ubicación: Cerca de Yurasovo, distrito de Glushkovsky, Kursk, a 15 km de la frontera.
  • Aeronave: Su-35, caza multirole ruso con capacidad para misiones aire-aire y aire-tierra.
  • Contexto: Parte de la ofensiva ucraniana en Kursk iniciada en agosto de 2024.
  • Impacto: Eleva a 414 las aeronaves rusas destruidas desde 2022, según Ucrania.
  • Operación previa: Ataque de la SBU el 1 de junio de 2025 dañó 41 aviones rusos.

Contexto de las operaciones aéreas en Kursk

La Fuerza Aérea de Ucrania ha incrementado sus operaciones en la región de Kursk, por medio del uso de una combinación de tácticas de guerra electrónica y señuelos para explotar las brechas en la cobertura de radar rusa. Fuentes no oficiales sugieren que el Su-35 derribado intentaba interceptar aviones ucranianos que realizaban misiones de ataque de precisión en territorio ruso. La aeronave fue atraída a una trampa preestablecida y neutralizada antes de que pudiera cumplir su objetivo.

El uso de drones por parte de Ucrania ha sido un componente clave de su estrategia. Además del ataque del 1 de junio, el 9 de agosto de 2024, un dron de vista en primera persona operado por la SBU impactó un helicóptero ruso en Kursk, y el 10 de octubre de 2024, un ataque coordinado alcanzó el aeródromo militar de Khanskaya en la República de Adygea, donde se encontraban 57 aviones y helicópteros, incluyendo Su-34 y Su-35. Estos ataques han dañado infraestructura militar rusa y han limitado la capacidad de sus fuerzas aéreas para operar sin riesgos cerca de la frontera.

Por su parte, Rusia ha adaptado sus tácticas aéreas en respuesta a las acciones ucranianas. Tras el derribo de otro Su-35 en agosto de 2024 en Kursk, Rusia redujo el uso de aviones de ataque a gran altitud como el Su-35 y el Su-34, y ha optado por helicópteros de ataque y aviones Su-25 que operan a baja altitud con municiones no guiadas.

la guerra en Kursk ha desplazado a 76,000 personas de las áreas fronterizas desde agosto de 2024, lo que marca la primera invasión terrestre significativa de territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial. Ucrania ha utilizado estas operaciones para desviar recursos rusos de otras zonas del frente, como Donbas, mientras Rusia ha incrementado sus esfuerzos para recuperar el terreno perdido.

Evolución de las pérdidas aéreas rusas

Desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, Ucrania ha reportado la destrucción de 338 aviones y 325 helicópteros rusos hasta febrero de 2024. Entre estos, al menos siete Su-35 han sido derribados, ya sea por fuego amigo, accidentes o acciones ucranianas. El derribo del 7 de junio de 2025 refuerza esta tendencia, y pone en evidencia las dificultades de Rusia para mantener su flota aérea frente a las tácticas innovadoras de Ucrania.

El Su-35, con un costo aproximado de $36 millones por unidad, representa una pérdida significativa para Rusia, tanto en términos económicos como estratégicos. Su capacidad para realizar misiones de superioridad aérea y ataques terrestres lo convierte en un activo crítico para las operaciones rusas. Sin embargo, la combinación de defensas antiaéreas ucranianas, drones y tácticas de emboscada ha demostrado ser efectiva para contrarrestar estas aeronaves avanzadas.

El 7 de junio de 2025, la Fuerza Aérea de Ucrania también reportó la destrucción de 87 drones de combate rusos, mientras que 80 drones adicionales fueron neutralizados mediante sistemas de guerra electrónica o desaparecieron de los radares.



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