Pocos artistas logran mantenerse vigentes sin caer en la nostalgia, pero Bryan Adams (Kingston, 1959) lo consigue, y lo hace con la misma energía que lo llevó a lo más alto hace más de 40 años. El célebre rockero, conocido también por su labor como fotógrafo, inicia una gira por España. Siendo parte indiscutible de la historia de la música, el canadiense ha vendido más de cien millones de discos a lo largo de cincuenta años de carrera, desde su debut en 1975. Ahora, arranca una nueva etapa con ‘Roll with the Punches’, un álbum que marca su independencia total de las discográficas tradicionales y donde él mismo publica sus nuevas canciones. Con honestidad y sentido crítico, habla sobre su música, sus convicciones y la necesidad de seguir adelante cuando el grifo de la creatividad no se cierra.
Viene a España para presentar su álbum ‘Roll with the Punches’, justo cuando comienza una nueva etapa como artista independiente. ¿Qué ha significado para usted autogestionarse?
Ah, bueno, de eso trata la canción ‘Roll With The Punches’: de caerse y volver a levantarse. Si te soy sincero, ojalá lo hubiera hecho hace 20 años, pero qué bien que haya sucedido en este momento. Ahora he podido crear mi propia discográfica, Bad Records, en homenaje al apodo que tenía en el colegio: Badams.
Ha mencionado en alguna ocasión que su decisión fue inspirada por Taylor Swift.
Es un tema un poco distinto. Me inspiró la independencia de Taylor al volver a grabar sus canciones originales porque quería ser dueña de su música. Pero, ¿qué artista no querría eso? El problema es que muchas discográficas quieren conservar los derechos de las grabaciones de un artista incluso después de haber obtenido enormes beneficios con ellas. Este tipo de acuerdos son básicamente cosa del pasado, pero muchos artistas de hace años todavía están atados a ellos. Esto sucede sobre todo cuando eres joven y necesitas una oportunidad para entrar en la industria. Muchos artistas no conocen su verdadero valor y terminan firmando contratos absurdos porque están en bancarrota, desesperados o reciben malos consejos.
Hoy en día, con el auge de las plataformas digitales y la posibilidad de que muchos artistas jóvenes ganen visibilidad a través de las redes sociales, ¿cree que las discográficas han perdido importancia?
Las grandes discográficas y los managers se llevan una gran parte de las regalías de los artistas. Así que, a menos que el contrato del artista esté estructurado a corto plazo, hay muchas probabilidades de que el artista no gane mucho dinero. Puedo dar fe de esto porque me ha pasado a mí.
«Summer of ’69» no entró en las listas de éxitos en Europa cuando salió y ahora la escuchas es cualquier bar del mundo
Estamos viendo a artistas como Oasis, Coldplay o la propia Taylor Swift agotar entradas en estadios enormes en cuestión de segundos. Es un grupo muy reducido de artistas, mientras que muchos otros luchan por vender entradas. ¿La música se está convirtiendo en una moda pasajera?
Los artistas que has mencionado tienen catálogos enormes de música con muchos éxitos. Sí, es un grupo pequeño que no representa la salud de toda la industria musical, pero hay muchos otros artistas que les va muy bien sin necesidad de llenar estadios. Hay que quitarse eso de la cabeza, pues no todo gira en torno a los grandes estadios.
¿Eso puede afectar negativamente a los demás artistas?
Creo que, al contrario, ellos están manteniendo viva la industria de la música en vivo a un nivel muy alto. Y eso es importante para la nueva generación que viene detrás. El artista emergente de hoy es el artista de estadios del mañana.
Es sorprendente que un artista que podría seguir llenando grandes recintos con sus canciones clásicas siga apostando por la innovación y manteniéndose creativamente activo. Ya lleva 17 álbumes de estudio, ¿por qué seguir?
Porque el grifo de la creatividad, básicamente, no se cierra. Mientras las ideas sigan fluyendo, los artistas deberían seguir creando y publicando su música o su arte. También he sido testigo de un fenómeno curioso: he lanzado canciones que no tuvieron éxito hasta muchos años después. Eso me pasó con varias, por ejemplo, Summer of ’69. Esa canción ni siquiera entró en las listas de éxitos en Europa cuando salió, de hecho, ni siquiera fue top ten en mi propio país, Canadá. Pero hoy no puedes entrar a un bar en ninguna parte del mundo sin escucharla.
Bryan Adams, en una imagen de archivo / INFORMACIÓN
Algunos artistas viven apelando constantemente a la nostalgia.
Eso está bien para algunos, pero para mí siempre se ha tratado de avanzar y no vivir del pasado, porque hay que tener en la mente que el presente es el futuro de mañana.
¿Cuál es el estado actual del rock en la sociedad de hoy? Algunos dicen que ha perdido relevancia.
¿Estás bromeando, verdad? El rock está más vivo que nunca. Mira a Metallica, AC/DC, Guns N’ Roses, Oasis, etc. Están agotando entradas en estadios enormes por todo el mundo.
Hábleme de su próximo concierto en Alicante. ¿Sigue saliendo de gira con la misma emoción que hace 40 años?
Incluso más, porque ahora tengo un mejor repertorio, el espectáculo físico sigue mejorando y la banda está mejor que nunca. En el concierto de Alicante voy a tocar todas las canciones que conoces y amas, pero también dejaré hueco para interpretar algunos temas del nuevo álbum ‘Roll with the Punches’. Siempre hay que tirar hacia adelante…
Algo que destaca en su carrera es su postura constante contra las injusticias. Recuerdo que incluso canceló un concierto en protesta por la Ley de Libertad Religiosa en 2016, que permitía a personas y organizaciones negar servicios a personas LGBTQ+ en Estados Unidos. Pero no todos se atreven a levantar la voz.
Es cierto, pero me encanta cuando algunos artistas se plantan ante la propaganda que reparten los gobiernos, y es importante defender los derechos humanos. Yo lo he hecho durante décadas, desde mi primera gira con Amnistía Internacional en 1987. Es fundamental cuestionar la narrativa que nos imponen los medios sobre lo que ocurre en el mundo. No es de extrañar que el gobierno de Estados Unidos haya querido prohibir TikTok en América: no pueden controlar la narrativa.
También es conocido por su trabajo como fotógrafo. ¿Qué cree que tiene más poder para generar conciencia: la música o la fotografía?
Buena pregunta. Diría que la llegada de los teléfonos móviles le ha dado el poder a la gente para difundir la verdad, mucho más que la música. Hoy todos somos fotoperiodistas. Mira lo que está pasando en Gaza: Israel ha bloqueado la entrada de periodistas para evitar cualquier cobertura, así que ha sido la gente quien ha logrado difundir las noticias y mostrar las atrocidades que se están cometiendo diariamente allí. Lo más impactante es que, al momento de esta entrevista, se han confirmado 179 periodistas y trabajadores de medios asesinados. No sabríamos nada de esto si no fuera por las personas y sus teléfonos.
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