Manuel Torreiglesias (fallecido este mes a los 84 años) tenía aspecto de sacerdote popular. Y qué duda cabe que habría desempeñado muy bien el puesto de párroco dejando un buenísimo sabor de boca a sus feligreses. Pero este seminarista gallego colgó los hábitos antes de ejercer y emprendió el camino de la comunicación por la vía televisiva.
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