El Giro de Italia 2025 entra en su fase más decisiva este miércoles con la disputa de la etapa 17, que parte de San Michele All’Adige y concluye en Bormio, presenta un recorrido de 155 kilómetros y un desnivel acumulado de unos 3.800 metros. Se trata de una jornada de media montaña que, aunque algo menos exigente que la anterior, incluye uno de los ascensos más temidos de toda la Corsa Rosa.
Después de la exigente llegada en San Valentino, los corredores afrontarán otra dura jornada en la que las constantes subidas pondrán a prueba su resistencia. El recorrido incluye tres puertos de montaña clasificados: el Passo del Tonale (de segunda categoría), el temido Passo del Mortirolo (primera categoría) y Le Motte (tercera categoría).
En el desafiante perfil montañoso de la etapa, sobresale el Passo del Mortirolo. Situado justo tras el descenso del Passo del Tonale, este puerto de primera categoría se extiende a lo largo de 12,6 kilómetros, con una pendiente media del 7,6% y rampas que llegan hasta un 16% en su tramo final.
Superado el temido Mortirolo, el pelotón se enfrentará a la última subida de la jornada, pasando antes por el kilómetro bonificado de Red Bull y coronando el puerto de Le Motte. La meta en Bormio se encuentra tras varios kilómetros de descenso, un tramo final que podría ser decisivo para los aspirantes al triunfo de etapa.