Gaspar Forteza ‘Parín’ (Manacor, 1967) fue piloto comercial y trabajó en todos los peldaños de cadenas como Hipotels o Stil, antes de acometer en 2014 y con solo 28 mil euros su carrera de hotelero. Nueve establecimientos le contemplan, con picas en Burgos y León.
Para que se haga cargo del tipo de entrevista: «¿Por qué compra hoteles en la España vaciada?»
Porque la España vaciada es el futuro del turismo, así de claro, con un desplazamiento progresivo hacia esas zonas que culminará de aquí a diez años.
¿Y qué pasará mientras tanto con Balears?
Mi teoría es que Balears siempre gustará, pero Mallorca se ha vuelto insoportable de junio a septiembre, por culpa de la temperatura, de la saturación y del antiturismo. Un cliente alemán nos preguntaba antes de contratar, «¿crees que van a tratarme mal en Menorca?».
Usted también invierte en España vaciada por el precio, con 140 mil euros no se compra ni una habitación en Mallorca.
Correcto, nosotros buscamos en el norte de España, desde Galicia hasta Cataluña, guiados por los precios y por la evolución que tendrán estas zonas.
Otros mallorquines comparten su migración al norte.
Desde luego, muchos mallorquines de clase media alta están comprando casitas en Asturias o Cantabria. No estamos hablando de millonarios, sino de profesionales liberales como arquitectos o abogados. De momento disfrutan allí del mes de agosto, pero con tendencia a ampliar progresivamente las estancias.
Ha sido usted de los primeros en reaccionar al efecto del cambio climático sobre el turismo.
Es evidente. Tú y yo hemos vivido de niños el fuerte calor de julio y agosto en la isla, pero lo de hoy es excesivo. Es empírico, no necesitamos que nos lo venga a decir alguien de fuera.
¿Qué busca un turista en Burgos?
Jajaja. Muchas cosas. Por ejemplo, Atapuerca, el yacimiento más importante y que se halla a dos kilómetros de nuestro hotel. Por allí pasa también el Camino de Santiago. Y se disfruta de una cultura gastronómica espectacular. Puedes alojarte cinco días seguidos comiendo de cine.
No habla usted como un hotelero.
No tengo esa mentalidad, he trabajado en otra dirección. Si me hubieran hecho caso, en Mallorca no habría ningún hotel con más de cien habitaciones. Se han perdido la empatía y el trato personal, intento recuperarlos.
Marga Prohens dice que el alquiler turístico reparte los beneficios de esa actividad.
Estoy de acuerdo con la presidenta, y no me parece bien lo que hace Escarrer, cuando él se ha inflado a ganar dinero con el turismo. Ahora que está forrado, critica a una persona que paga la carrera de su hija alquilando un apartamento. Por coherencia, Escarrer y yo no podemos criticar el alquiler turístico. Que lo digan otros, en nosotros queda hipócrita.
Usted y Escarrer padre empezaron de recepcionistas.
Con la ventaja de que en aquellos años no tenías que enfrentarte a la burocracia actual. La prueba es que no hay otros hoteleros que empezaran a mi edad. Mi esposa Marcela y yo nos hemos sacrificado, hemos apostado todo lo que tenemos, y hemos reinvertido los beneficios. Vivimos en un piso de 85 metros, mi única posesión es un coche grande, solo faltaría.
Los llamados grandes hoteleros son meros hijos de otros grandes hoteleros, no han empezado de cero.
No hay recién llegados, es tan difícil. Quienes lo han intentado, se han visto desbordados y han tenido que abandonar.
Manacor no será nunca una ciudad turística.
No estoy de acuerdo. No será como Cala Millor, pero tiene un futuro turístico. Y todo se lo debemos a Rafa Nadal.
Se me ha adelantado, iba a preguntarle si Manacor le debe algo a Nadal.
Muchísimo. Tengo en Manacor un hotel pequeño de My Rooms, Can Guixa, y todos los clientes vienen con raquetas de tenis. Hacen el curso en la Academia y duermen en mi hotel.
¿Es lógico pagar cinco euros de ecotasa por una habitación de mil euros?
Lo que me parece un crimen es que se cobre la ecotasa a los residentes mallorquines que van a las fiestas de Sant Joan de Ciutadella. Debería ser delictivo.
¿Se mete en política?
Últimamente un poco, decepcionado por los boicots de los departamentos de urbanismo municipales. Nos putean mucho.
¿Le gustaría pilotar el Boeing de Trump?
No me gustan Trump ni los extremos, soy un liberal. El comunismo es empobrecedor y el trumpismo es un capitalismo para él y sus amigos. Yo soy de repartir a quien se esfuerza, de dejar que entre quien hace bien las cosas.
Los hoteleros han copiado lo peor de las aerolíneas, cobrar suplementos por cualquier estupidez.
Nosotros no disponemos de estos servicios suplementarios, nos gusta que nuestros clientes vayan a los bares y restaurantes próximos. No necesito ser el más rico del cementerio.
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