Europa planta cara al tsunami de paquetes chinos: la UE quiere imponer una nueva tasa

Bruselas lanza un golpe estratégico a Temu, Shein y el comercio digital masivo desde China

La Comisión Europea ha dado un paso significativo para contener la avalancha de envíos provenientes de plataformas de comercio electrónico extranjeras, anunciando una tasa de 2 euros para cada pequeño paquete que entra en la Unión Europea. Este arancel específico apunta, aunque de forma no discriminatoria según Bruselas, al desmesurado crecimiento de plataformas como Temu y Shein, que ya acaparan el 91 % de los paquetes inferiores a 150 euros enviados al mercado europeo.

Este movimiento no solo responde a una cuestión recaudatoria —la UE pierde 1.500 millones de euros anualmente por la exención actual—, sino también a una necesidad imperiosa de reforzar los controles de seguridad, calidad y cumplimiento normativo en el comercio digital. En palabras del comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, “la gestión de más de 4.600 millones de paquetes al año representa un desafío sin precedentes para nuestras autoridades aduaneras”.

¿Por qué ahora? Una ola digital que no da tregua

El contexto no deja lugar a dudas. El comercio electrónico ha experimentado una aceleración sin precedentes desde la pandemia, con plataformas asiáticas dominando el segmento de las microtransacciones transfronterizas. En solo un año, el volumen de envíos desde China hacia la UE se ha duplicado, superando los 4.170 millones de productos en 2024. Esto ha llevado a que Bruselas contemple medidas más audaces dentro del plan de reforma integral de la Unión Aduanera.

El nuevo esquema tarifario busca disuadir el uso del vacío legal actual que permite a paquetes valorados en menos de 150 euros eludir el pago de aranceles, facilitando así una competencia desleal frente al comercio minorista europeo, que sí está sujeto a obligaciones fiscales y regulatorias.

“Estamos hablando de una tasa justa, no de un impuesto”, enfatiza Sefcovic. “La plataforma será quien lo pague, no el consumidor final, y si se trata de un operador con almacenes autorizados en Europa, el coste baja incluso a 0,50 euros por paquete”.

Una medida espejo: Europa sigue los pasos de EE. UU. en su pulso con China

Este giro no es exclusivo del viejo continente. En mayo de 2025, Estados Unidos eliminó la exención fiscal para paquetes de menos de 800 dólares, intensificando su guerra comercial con China. La UE, sin embargo, camina con paso más diplomático, buscando una solución equilibrada que refuerce su autonomía estratégica sin romper del todo los lazos comerciales con el gigante asiático.

Este alineamiento entre Bruselas y Washington evidencia una tendencia global hacia el endurecimiento del comercio electrónico transfronterizo. La UE no puede seguir siendo el patio trasero donde entran millones de productos sin un mínimo de control ni contribución fiscal. La tasa, por pequeña que sea, representa un símbolo de soberanía económica y digital.

Un modelo de negocio bajo presión: Temu y Shein, ¿en jaque?

Las dos plataformas más señaladas por su modelo de dropshipping masivo —Temu y Shein— se verán directamente afectadas. Su modelo de negocio se basa en envíos directos desde China sin intermediarios europeos, lo que hasta ahora les permitía ofrecer precios extremadamente bajos. Al imponer una barrera de coste mínima por envío, la UE busca reequilibrar la balanza competitiva, aunque sin mencionar directamente a ninguna empresa.

Temu, por ejemplo, ha crecido a un ritmo vertiginoso en Europa desde su llegada en 2022, alcanzando decenas de millones de usuarios mensuales. Shein, por su parte, ha consolidado su liderazgo en el segmento de la moda ultra low-cost, ganando cuota de mercado frente a marcas europeas que deben cumplir con normativas laborales, ambientales y fiscales más exigentes.

El nuevo coste adicional puede parecer marginal, pero si se aplica sobre millones de envíos, la rentabilidad operativa de estas plataformas se verá comprometida, forzándolas a replantear su estrategia o incluso a consolidar operaciones logísticas dentro del mercado europeo.

Un paso hacia una Unión Aduanera 2.0: control, digitalización y cohesión

Más allá del debate económico, esta tasa forma parte de una reforma más ambiciosa del sistema aduanero europeo. La Comisión plantea una digitalización integral de los procesos de control y la creación de “áreas de control prioritario” acordadas con las autoridades nacionales. Esto permitiría una supervisión más eficiente y basada en análisis de riesgo, en lugar del actual modelo fragmentado y burocrático.

“Necesitamos una aduana inteligente, digital y armonizada”, declaró Sefcovic. “No podemos seguir con 27 interpretaciones diferentes de una misma normativa”.

La medida también plantea un beneficio indirecto para los Estados miembros, ya que la recaudación de esta tasa irá directamente al presupuesto comunitario, lo que reducirá las contribuciones nacionales calculadas en base al Ingreso Nacional Bruto. Un alivio fiscal con aroma europeo.

¿Competencia desleal o evolución del mercado?

Las reacciones no se han hecho esperar. Algunos sectores defienden la medida como una forma legítima de nivelar el terreno de juego, protegiendo a los productores y minoristas locales frente a una competencia desigual. Otros temen que la nueva tasa se traduzca, inevitablemente, en precios más altos para los consumidores, especialmente en contextos de baja renta que han encontrado en Temu y Shein una alternativa asequible.

Pero más allá de los costes inmediatos, esta decisión plantea una pregunta de fondo: ¿qué tipo de comercio electrónico queremos fomentar en Europa?

¿Uno basado en la transparencia, la sostenibilidad y la competencia justa? ¿O uno que explote resquicios normativos para inundar el mercado con productos de dudosa trazabilidad?

Conclusión: una jugada audaz con impactos múltiples

La tasa de 2 euros por paquete no es solo un gesto simbólico. Es una herramienta económica, fiscal y estratégica con múltiples aristas:

  • Refuerza el control sobre las importaciones.
  • Reduce el déficit aduanero de la UE.
  • Protege a los minoristas locales frente a la competencia asiática.
  • Introduce incentivos para la relocalización logística.
  • Favorece la cohesión fiscal entre Estados miembros.

Mientras tanto, plataformas como Temu y Shein deberán adaptarse a una Europa más exigente y soberana, donde la escala ya no basta para garantizar el acceso libre y sin condiciones a un mercado de 450 millones de consumidores.

La batalla por el futuro del comercio digital no se libra solo en los centros de datos ni en los algoritmos de recomendación. También se decide, paquete a paquete, en los pasillos discretos de las aduanas europeas.

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