La Fiscalía General rusa calificó el lunes «indeseable» a la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional que conlleva la prohibición de sus actividades en Rusia. La medida se enmarca en el plan de represión de la sociedad civil y todas las voces críticas en el país desde el inicio de la ofensiva en Ucrania.
«La sede de Amnistía en Londres es el centro de preparación de proyectos rusófobos globales financiados por los cómplices del régimen de Kiev», declaró la fiscalía rusa en un comunicado, acusando a la organización de «hacer todo lo posible para reforzar la confrontación militar en la región, justificar los crímenes de los neonazis ucranianos y pedir un aumento de su financiación». El estatuto de «indeseable» obliga a las organizaciones afectadas a cerrar sus puertas en Rusia.
En su página web, Amnistía Internacional describe a Rusia como un país que «continúa su guerra de agresión contra Ucrania» y donde «los derechos a la libertad de expresión, reunión pacífica y asociación siguen estando gravemente restringidos».
Rusia elaboró por primera vez en 2015 una lista de organizaciones «indeseables». La lista incluye ahora 223 organizaciones