Una fuerte caída, producida a 70 kilómetros de la llegada a Nápoles, enturbió la sexta etapa del Giro de Italia que llegó a meta sin tiempos oficiales y sólo con la honra de decidir quién era el ganador del día; en este caso, el australiano Kaden Groves. Fue una jornada caótica debido a unas carreteras en el sur de Italia que se convierten en pistas de patinaje en cuanto llueve un poco.
Con dos fugados (el neerlandés Taco van der Horn y el francés Enzo Paleni), controlados a un minuto de distancia, el pelotón rodaba con aparente tranquilidad cuando al ciclista australiano Jai Hindley se le descontroló la bici en una recta y provocó un accidente monumental en el que se vieron involucrados por lo menos una veintena de corredores. Precisamente, Hindley, vencedor del Giro en 2022 y segundo en 2020, tuvo que abandonar la prueba en una ambulancia de la organización. Sin embargo, el más afectado fue el neerlandés del Alpecin Juri Hollmann que sufrió fracturas en fémur, pelvis y brazo.
De este modo, Primoz Roglic perdió a uno de sus principales ayudantes para la montaña, una baja muy sensible para el conjunto del Red Bull Bora, justo el día antes de la primera etapa con cierta seriedad orográfica, en los montes de los Abruzos y la llegada a Tagliacozzo, el primer test de cierta intensidad tanto para el corredor esloveno como para Juan Ayuso.
Los accidentados
Ambos, por fortuna, pudieron evitar la caída. Otros, en cambio, sí se fueron al suelo; entre los accidentados estuvieron Richard Carapaz, Nairo Quintana, Adam Yates, Mads Pedersen, Daniel Martínez (segundo de la general el año pasado), Lorenzo Fortunato y el bilbaíno Jonathan Lastra.
La séptima etapa. / GIRO DE ITALIA
Enseguida, la organización decidió neutralizar la carrera. Después de media hora de incertidumbre y discusiones se paró totalmente la etapa y ahí se tomó la decisión: el sexto día de competición iba a cumplir con el recorrido oficial. Se disputaría la llegada a Nápoles, pero no se tomarían tiempos de cara a la general ni se adjudicarían las típicas bonificaciones de 10, 6 y 4 segundos a los tres primeros clasificados del día.
Primó la seguridad de los corredores ya que, a la vez, se informaba a los equipos de que las calles de Nápoles se presentaban con riesgo de accidente debido a la lluvia que había caído a lo largo de la mañana. De este modo, no hubo cambios en la clasificación general y este viernes Pedersen llegará vestido de rosa al primer contacto importante con la montaña, en lo que supuestamente será su último día como líder de la ronda italiana.