El Real Madrid tiene oficialmente un problema con Rodrygo Goes. El jugador brasileño se negó a jugar en el clásico de Montjuic ante el Barcelona, una actitud que ya había mostrado en La Cartuja, en la final de Copa del Rey ante los azulgranas del pasado 26 de abril, donde terminó sustituido en el descanso por Kylian Mbappé. El enfado por su pérdida de protagonismo en el Real Madrid esta temporada ha terminado con esta actitud de fuerza que le ha llevado a desaparecer de las alineaciones en los partidos del Real Madrid.
Carlo Ancelotti justificó su ausencia en Montjuic por el proceso febril que había vivido durante la semana previa al encuentro. Pero la realidad es que el italiano trató de maquillar el problema que tiene con el delantero brasileño, que no solo ha decidido salir del club, además ha tomado la decisión de no volver a jugar un solo minuto con el Real Madrid en lo que queda de temporada.
Celos por la pérdida de protagonismo
Rodrygo estaba llamado a ser una de las grandes estrellas del equipo a juzgar por su desempeño en las últimas temporadas, en la que junto a Vinícius se había convertido en el referente ofensivo del Real Madrid. En junio de 2018, el Santos y el Real Madrid Club de Fútbol llegaron a un acuerdo para el traspaso del delantero a partir de la temporada 2019-20, por un montante global de 45 millones de euros. El futbolista jugó un año en el Castilla y luego subió al primer equipo, donde fue ganando peso.
En la temporada 2020-21 jugó 49 partidos anotando 9 goles y dando 9 asistencias. Registros que mejoró un año después, participando en 57 encuentros, en los que disparó su producción goleadora hasta los 19 tantos y repartió 10 pases de gol. Pero el Real Madrid fichó a Jude Bellingham y el brasileño comenzó a perder peso en el ataque. La pasada temporada, la del debut del inglés, Rodrygo rebajó sus números a 17 goles y 8 asistencias en 51 partidos. Registros que han vuelto a caer esta temporada con la llegada al Real Madrid de Kylian Mbappé, lo que le ha convertido en el cuarto atacante de la plantilla, compartiendo además minutos con su compatriota Endrick.
Rodrygo ha marcado un gol en los últimos 22 partidos del Real Madrid, lo que ha llevado a Ancelotti a apostar por reforzar el mediocampo con un cuarto centrocampista y colocar en punta solo a dos atacantes, que son de forma innegociable Vinícius y Mbappé. Esto ha provocado, en primer lugar, el enfado mayúsculo del ex del Santos y posteriormente esta medida de fuerza desafiando al entrenador y al club que busca su traspaso este verano a otro club.
Celos de Bellingham y Mbappé
El brasileño ya comenzó demandando más atención al inicio de la temporada cuando los medios se fijaron en el tridente que formaban Vinícius, Mbappé y Bellingham, lo que le excluía a él de las portadas. Rodrygo no escondió su malestar y se manifestó en sus redes sociales, lo que provocó un acercamiento de Carlo Ancelotti, quien siempre ha tenido una relación casi paternal con el delantero. En una ocasión, durante un partido ante el Villarreal en el estadio de La Cerámica Carletto le sustituyó y el jugador le negó el saludo, lo que provocó que el italiano le pidiera explicaciones y le afease el gesto en el momento públicamente. Rodrygo siempre ha llevado mal la competencia en el equipo, pero la actitud que mantiene ahora de negarse a volver a jugar con el Real Madrid ha disparado las alarmas en el club.
Rodrygo es consciente de que hay ofertas por él. El Manchester City y el Liverpool no han escondido su interés por hacerse con sus servicios. Y a ellos parecen haberse sumado ahora Manchester United y Arsenal. El jugador está muy cotizado en el mercado y sería una manera de ingresar un dinero fácil para poder reforzar otras líneas del equipo que necesitan una actualización como la defensa o el mediocampo. Y el futbolista está presionando para ser traspasado este verano.
Xabi Alonso tiene ahora la tarea de convencer al brasileño, en el caso de que le considere útil para su proyecto, aunque en el club están cansados de sus celos y pataletas como la que protagonizó el pasado domingo en Montjuic negándose a saltar al campo. Ancelotti, que será seleccionador de Brasil y puede contar con él en la selección, prefiere no convertir el tema en un incendio ahora que restan tres partidos para acabar la temporada, pero en el club hay mucha preocupación por resolver un tema que tiene difícil solución.