nadie le acompañó a buscar su pelota

La tragedia ha golpeado con fuerza a una familia de origen latino que se encontraba celebrando el Día de la Madre el pasado domingo en el parque Olof Palme, ubicado en el madrileño barrio de Usera. Hacia las 18.30 horas, el pequeño Ian, de seis años, fue a casa de su tía, ubicada en la calle Fornillos, a buscar una pelota. Cuando volvía con su familia, cruzó la calle entre dos coches en el momento en el que una mujer que conducía un Seat Leon blanco pasaba por la calle, no le vio a tiempo y le atropelló.

Una testigo que vio el suceso contó a Madrid Total que, tras el impacto, Ian salió despedido varios metros y se golpeó la cabeza contra el asfalto. En ese momento, la conductora se bajó del coche y la testigo pidió ayuda gritando mientras marcaba el número de teléfono de los servicios de emergencias. Alertados por los gritos, los familiares de Ian, que se encontraban en una zona de columpios del parque Olof Palme, fueron a la calle y encontraron al pequeño tendido en el suelo. El primero en ver el atropello fue el primo de Ian, que gritó su nombre.

«Después de llamarles, la ambulancia de emergencias apareció enseguida para salvar al pequeño. La mujer que atropelló a Ian me dijo que no estaba conduciendo rápido, pero lo cierto es que sí iba a una velocidad alta. Cuando los enfermeros llegaron, desplegaron todo un operativo para atender al menor. Cuando le subieron a la camilla, lo llevaban con extremo cuidado para moverle lo menos posible», cuenta esta testigo que presenció el atropello con sus dos hijos pequeños.

Los sanitarios de Samur-Protección Civil trasladaron a Ian muy grave e intubado con un traumatismo craneoencefálico severo al hospital Niño Jesús, pero lo cierto es que su estado era muy delicado. Tal y como ha trasladado Emergencias Madrid, una psicóloga del Samur también atendió a la conductora del Seat Leon, ya que presentaba una crisis de ansiedad después del atropello.

Ian falleció después del mediodía de este lunes. El suceso ha conmocionado a los vecinos del madrileño barrio de Zofio y les ha llevado a reflexionar sobre la seguridad de la calle Fornillos, pegada al parque Olof Palme: «Llevo viviendo años en la calle y es una realidad que los coches circulan a una velocidad mucho más alta de la permitida. El límite es de 30 en un tramo y de 20 en otro, ya que la calle está pegada al colegio público República de Venezuela y a una guardería. Hemos visto coches circular por encima de 50 kilómetros por hora«.

Además, los vecinos del barrio, destacan que ya han tenido varios sustos al cruzar la calle y piden que se instalen badenes o radares para que los coches reduzcan la velocidad al circular. «Se trata de una zona en la que hay muchos niños que vienen a jugar al parque, por eso, necesitamos que se refuerce la seguridad en los pasos de peatones de estas calles para que una tragedia como la de Ian no vuelva a suceder», explican dos vecinas del barrio de Zofio.

La Policía Municipal de Madrid mantiene una investigación abierta para esclarecer a qué velocidad circulaba la conductora del Seat Leon blanco. Mientras tanto, el barrio de Usera llora la muerte accidental del pequeño Ian.

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