Entrar al juzgado como víctima de machismo y salir sin la custodia de tus hijos: "¿Qué esperan, que me suicide?"


Una mujer que decide separarse de su marido y lo denuncia por violencia de género habitual y termina con el caso archivado y perdiendo la custodia de sus dos hijos. Otra, que a pesar de las palizas constantes y los ingresos hospitalarios, no encuentra apoyo de las administraciones y acaba raptada por su agresor sin que a fecha de hoy se sepa dónde está. Otra mujer que denuncia a su ex pero desiste en mitad del procedimiento tras una llamada exprés del juzgado que le recomienda dejar el caso. Estos son tres casos extremos analizados por el Observatorio de las Violencias Institucionales Machistas (OVIM) que muestran hasta qué punto la respuesta de las instituciones puede destrozar a las víctimas de la violencia de género. "¿A qué están esperando, a que me suicide? ¿A que maten a mis niños? ¿O a que estemos muertos en vida los tres?", clama una de ellas.

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