La Reserva Federal (Fed) celebra entre este martes y este miércoles una nueva reunión de política monetaria, la tercera del año, que previsiblemente se saldará con una nueva pausa en los tipos de interés, como ocurrió en los dos cónclaves anteriores, una decisión que desde luego no sería celebrada por el presidente de EEUU, Donald Trump, quien lleva exigiendo recortes desde su regreso a la Casa Blanca.
Los analistas de Danske Bank dan por hecha la pausa en los tipos de interés, y ven «probable que esto provoque la ira del presidente estadounidense, Donald Trump, que repitió esta semana que ‘debería reducir las tasas de interés»‘.
«Cabe destacar que Trump declaró previamente que no despedirá a Powell, lo cual fue crucial para restablecer la calma en los mercados de bonos estadounidenses, donde los rendimientos de los bonos han caído 20 puntos básicos desde entonces. Coincidimos con los mercados en que la tasa de política monetaria de la Fed se mantendrá sin cambios el miércoles, pero prevemos un recorte en junio«, aseguran.
La reunión se produce en un ambiente enrarecido después de los enfrentamientos entre Trump y el presidente de la Fed, Jerome Powell, aunque recientemente el líder republicano moderó el tono, lo que ha traído cierta tranquilidad a los mercados.
«Las presiones ejercidas por el presidente de EEUU a lo largo de las últimas semanas han generado ruido en el mercado, despertado ciertas suspicacias sobre la independencia de la Reserva Federal. No obstante, en los últimos días, estas dudas parecen haberse desvanecido, y se da por hecho que Powell seguirá con su mandato sin mayores problemas, y que las decisiones sobre el tipo de intervención se basarán en factores puramente económicos«, comenta Cristina Gavín, jefa de Renta Fija y gestora de fondos de Ibercaja Gestión.
En esta coyuntura, cree que «el mercado se va a mostrar muy atento a la valoración que haga el presidente de la Reserva Federal de la situación económica de EEUU, tanto en materia de crecimiento como de precios», puesto que «la guerra arancelaria destapada por Trump supone un cambio radical en el escenario que hasta ahora habían manejado los inversores y también la autoridad monetaria».
«El mercado descuenta que en la segunda parte de este 2025 la Fed retomará la senda de bajadas para tratar de mitigar la desaceleración en el crecimiento que se anticipa. Nosotros nos mantenemos en línea con el consenso y anticipamos entre 2 y 3 bajadas. La mayor o menor agresividad en dichas bajadas va a estar en función de los datos que vayamos conociendo a lo largo de los próximos meses», agrega.
¿QUÉ DICEN LOS DATOS?
Mientras Trump exige que bajen los tipos y la Fed prefiere pedir cautela, los últimos datos han mostrado una inesperada contracción del 0,3% del PIB de EEUU en el primer trimestre del año, un dato que ha hecho saltar las alarmas.
«No es ningún secreto que el presidente Trump quiere que la Reserva Federal recorte las tasas de interés; sus críticas a Jerome Powell reflejan ese deseo. Sin embargo, hasta hace poco, ningún dato económico apuntaba a una economía estadounidense en dificultades. Si bien los datos de confianza del consumidor han sido débiles, el mercado laboral parece mantenerse firme, mientras que la inflación parece estar volviendo a su objetivo. Esto fue así hasta la publicación de las cifras del PIB de EEUU, que mostraron que la economía estadounidense se contrajo un 0,3% en el primer trimestre», comenta el analista Michael Hewson.
Sin embargo, cree que «las cifras se vieron distorsionadas significativamente por un gran aumento en las importaciones, ya que las empresas estadounidenses compraron al por mayor antes de la imposición de fuertes aranceles en abril, mientras que el gasto público también se desaceleró». Otros indicadores, como el consumo y la inversión, se mantuvieron estables.
Otro factor a tener en cuenta, explica, «es que los costes de las empresas estadounidenses probablemente hayan aumentado a corto plazo, dado que todo este inventario deberá almacenarse antes de su liquidación».
Por otro lado, considera que la Fed tiene la intención de «no parecer influenciada por el ruido político externo, mientras busca sortear el campo minado de las incertidumbres que enfrenta la economía estadounidense y la política que se desarrolla en la sombra».
Para Rania Gule, analista sénior de mercado de XS.com, «aunque algunos datos económicos recientes de EEUU, como el aumento de las solicitudes de subsidio por desempleo y la debilidad del PMI manufacturero, podrían indicar una posible desaceleración económica, los mercados han reaccionado con mayor fuerza a las persistentes presiones inflacionarias».
«Esto pone de relieve que la inflación se mantiene activa, lo que reduce la probabilidad de un recorte inminente de tipos por parte de la Fed. Desde mi punto de vista, estos datos dispares colocan a la Fed en una posición más compleja, pero es improbable que se apresure a recortar los tipos mientras el mercado laboral se mantenga resiliente y la inflación se mantenga por encima del objetivo», concluye.