Ucrania y EE. UU. firman acuerdo minero que compromete a la administración Trump con Kiev

EE. UU. y Ucrania sellan un pacto de minerales tras dos meses, asegurando inversión a largo plazo y soberanía ucraniana sobre sus recursos.

Acuerdo de minerales entre Ucrania y EE. UU. refuerza compromiso

El gobierno de Estados Unidos y Ucrania firmaron un acuerdo sobre minerales críticos el 30 de abril de 2025 en Washington, marcando un hito en las relaciones bilaterales tras dos meses de intensas negociaciones. El pacto, impulsado por la administración del presidente Donald Trump, establece un Fondo de Inversión para la Reconstrucción que busca canalizar ingresos de los recursos naturales ucranianos, como litiotitanio y grafito, hacia proyectos de reconstrucción en Ucrania. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, anunció que el acuerdo refleja el compromiso de ambas naciones con una Ucrania libre, soberana y próspera, enviando una señal clara a Rusia sobre el apoyo sostenido de EE. UU. al proceso de paz.

El acuerdo llega tras tensiones iniciales, cuando la administración Trump propuso que Ucrania cediera una parte significativa de sus recursos minerales como compensación por los miles de millones de dólares en ayuda militar proporcionada desde la invasión rusa en febrero de 2022Volodymyr Zelensky, presidente ucraniano, rechazó versiones previas del pacto que no garantizaban la soberanía de Ucrania ni incluían compromisos de seguridad. La versión final, según el primer ministro ucraniano Denys Shmyhal, asegura que Ucrania mantiene el control total sobre sus recursos naturales y no tendrá que devolver deudas por la asistencia militar estadounidense.

El Fondo de Inversión para la Reconstrucción, gestionado conjuntamente por Washington y Kyiv con un 50% de derechos de voto para cada parte, reinvertirá todas sus ganancias en proyectos dentro de Ucrania, como el desarrollo de infraestructura y nuevos yacimientos minerales. Shmyhal destacó en un mensaje en Telegram que el acuerdo es “equitativo y beneficioso” y no compromete activos estatales existentes, como los operados por Naftogaz o Ukrnafta, las mayores productoras de petróleo y gas de Ucrania.

El anuncio del Tesoro de EE. UU. subrayó que ningún estado o entidad que haya apoyado la maquinaria de guerra rusa participará en la reconstrucción de Ucrania, marcando una postura firme contra Moscú. Además, el comunicado reconoció explícitamente la “invasión a gran escala” de Rusia, un lenguaje que contrasta con la retórica previa de la administración Trump, que a menudo describía la guerra como una disputa compartida. Este cambio sugiere un enfoque más claro en apoyo a Ucrania frente a la agresión rusa.

Datos clave del acuerdo de minerales entre Ucrania y EE. UU.

  • Reservas minerales: Ucrania posee cerca del 5% de las reservas mundiales de tierras raras y grandes depósitos de litio (500,000 toneladas), grafito (20% de los recursos globales) y titanio, según la ONU y el Servicio Geológico de Ucrania.
  • Inversión requerida: Desarrollar la industria minera ucraniana necesita hasta 2,000 millones de dólares por mina, con estudios de viabilidad que toman al menos 1.5 años.
  • Limitaciones: Aproximadamente el 25% de los depósitos de litio y el 40% de los minerales metálicos están en territorios ocupados por Rusia.
  • Impacto económico: El fondo reinvertirá el 50% de los ingresos futuros de los recursos estatales en proyectos de reconstrucción, excluyendo activos ya rentables.
  • Contexto globalChina domina el 90% del procesamiento de tierras raras, lo que hace que el acuerdo sea estratégico para reducir la dependencia de EE. UU.

Fondo de reconstrucción impulsa soberanía ucraniana

Las negociaciones, lideradas por figuras como el enviado especial de EE. UU. Keith Kellogg y la viceprimera ministra ucraniana Olha Stefanishyna, superaron obstáculos significativos. En febrero de 2025, un borrador inicial propuesto por EE. UU. exigía derechos sobre 500,000 millones de dólares en minerales ucranianos, lo que generó rechazo en Kyiv por considerarse contrario a la legislación y la constitución ucranianas. La reunión en la Casa Blanca entre Trump y Zelensky ese mes terminó en un enfrentamiento público, retrasando el acuerdo. Sin embargo, las revisiones posteriores eliminaron las demandas más controvertidas, logrando un pacto que Ucrania considera favorable.

El acuerdo no incluye garantías explícitas de seguridad militar, un punto clave para Kyiv dado el riesgo de futuras agresiones rusas. No obstante, Zelensky expresó que el pacto podría ser parte de un marco más amplio de seguridad si EE. UU. muestra una “visión más amplia” para una paz justa. La administración Trump, por su parte, ha indicado que la presencia de contratistas estadounidenses en Ucrania podría actuar como una forma de protección indirecta, aunque la responsabilidad principal de la seguridad recaería en Europa.

La riqueza mineral de Ucrania, aunque significativa, enfrenta desafíos para su explotación. Según el Instituto de Geología de Ucrania, el país tiene depósitos de 22 de los 34 minerales críticos identificados por la Unión Europea, pero la mayoría permanece en fase de exploración. La falta de infraestructura moderna, el daño causado por la guerra y la ocupación rusa de territorios ricos en recursos complican el desarrollo. Expertos estiman que la producción a gran escala podría demorar entre tres y quince años, dependiendo de la inversión y la estabilidad política.

A pesar de estas limitaciones, el acuerdo ha sido bien recibido en Ucrania. Maria Repko, del Centro para la Estrategia Económica de Kyiv, señaló que el desarrollo del sector minero podría fortalecer la economía ucraniana y reducir la dependencia de Occidente en minerales controlados por China. En Washington, el senador Lindsey Graham, aliado de Trump, ha promovido el acuerdo como una forma de destacar el valor estratégico de Ucrania, mostrando mapas de los depósitos minerales al presidente para subrayar su importancia.

Perspectivas estratégicas del pacto Ucrania-EE. UU.

El acuerdo se enmarca en la política transaccional de Trump, que busca beneficios económicos tangibles para EE. UU. a cambio de su apoyo internacional. La administración ha destacado que el pacto no solo beneficia a Ucrania, sino que también posiciona a EE. UU. como un actor clave en el suministro de minerales críticos, esenciales para tecnologías como baterías de vehículos eléctricosturbinas eólicas y sistemas de defensa. La dependencia global de China, que procesa el 65-70% del litio y el 90% de las tierras raras, ha impulsado a Washington a buscar alternativas como Ucrania.

En el contexto regional, el pacto también responde a los intereses de Rusia, que controla parte de los recursos minerales en los territorios ocupados de Ucrania. El presidente ruso Vladimir Putin ha afirmado que los territorios anexados son ricos en tierras raras, lo que sugiere una competencia estratégica por estos recursos. Sin embargo, la comunidad internacional no reconoce la anexión, y el acuerdo entre EE. UU. y Ucrania refuerza la soberanía de Kyiv sobre sus recursos.

Otros actores, como la Unión Europea, han mostrado interés en los minerales ucranianos, firmando un memorando en 2021 para explorar oportunidades de inversión. Sin embargo, el acuerdo con EE. UU. es el primero en establecer un marco concreto para la gestión conjunta de ingresos, lo que podría servir como modelo para futuros pactos con países ricos en minerales, como la República Democrática del Congo.

El camino hacia la implementación del acuerdo enfrenta retos logísticos y geopolíticos. La necesidad de desminar territorios, reconstruir infraestructura y realizar estudios geológicos modernos complica las perspectivas a corto plazo. Además, la ausencia de garantías de seguridad explícitas podría disuadir a inversores privados, que enfrentan riesgos en un país aún en conflicto. A pesar de ello, el pacto representa un paso hacia la estabilización económica de Ucrania y el fortalecimiento de su alianza con EE. UU., en un momento en que la administración Trump busca redefinir su papel en la seguridad global.

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