A estas alturas nadie libre de prejuicios debería poner en duda que las renovables no solo son la opción energética más razonable en el marco de la crisis climática, sino una gran oportunidad para España, que ni tiene combustibles fósiles ni apenas tecnología nuclear, mientras es pródiga en sol, espacio físico y viento. Lo peor que podría pasarnos, como país, es poner en la diana del apagón a las renovables. El problema no es ese, sino que, estando la transición energética en el interfaz hay que cuidar mucho el ritmo y dar los pasos con seguridad en toda la cadena del sistema (producción, redes, gestión) para que engranen sin perder coherencia. Si, como es probable, ahí ha habido un punto débil, tanto da que un ciberataque lo haya detectado como que esa debilidad haya facilitado un fallo. No es lo mismo, ya sé, pero ¿por qué no empezar identificando el punto débil para subsanarlo? n
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