¿Cómo era el Papa de puertas para adentro? Austen Ivereigh, su biógrafo, cuenta lo que nunca se supo de Francisco

El escritor y periodista británico Austen Ivereigh es, quizá, quien mejor conoce al Papa Francisco. Su papel como biógrafo y su relación cercana con Jorge Mario Bergoglio lo convierten en una de las voces más autorizadas para hablar sobre la vida, el legado y el último tramo de la existencia del pontífice. A través de su testimonio, se revelan no solo los hitos más importantes de su biografía, sino también el profundo significado espiritual detrás de su vida, su sufrimiento y su liderazgo.

Austen Ivereigh, conmovido, recuerda un momento en que le fue imposible contener la emoción al ser entrevistado frente al hospital donde estaba internado el Papa. “Se me vino una emoción grande”, confesó. “Siento una gran pérdida, pero me encanta la forma en que se fue. Siempre fue un maestro del timing, siempre nos adelantó, nos primereaba, como él decía.”

Para Ivereigh, la muerte de Francisco durante la semana de Pascua tuvo una profundidad litúrgica que no pasó desapercibida: “El lunes de Pascua se va rápido y tenemos el funeral en la semana de su resurrección. Me parece litúrgicamente impecable. Es realmente extraordinario.”

Una niñez «tremendamente normal»

Sobre cómo presentar a Bergoglio a alguien que no lo conoce, Ivereigh responde sin dudar: “Yo empezaría por su niñez, que fue la de un hijo de inmigrantes en Buenos Aires, muy normal, tremendamente normal. El fútbol, el tango… era un hombre cualquiera, pero con dotes de líder desde el principio.”

Pero esa normalidad se ve interrumpida por una operación casi fatal a los 21 años que lo marca profundamente y lo lleva a decidirse por la vida jesuita. Desde entonces, dice Ivereigh, “fue desde el principio un gran líder, reconocido como tal”.

El Papa Francisco de Joven

El «exilio» que transformó su liderazgo 

Uno de los momentos clave en la biografía de Bergoglio, según Ivereigh, es su envío a Córdoba, un retiro forzado por la Compañía de Jesús: “Fue un exilio… No tiene cargo, es un confesor y sufre una depresión muy grande. Fue un tiempo muy oscuro para él, pero muy creativo.”
Esa crisis, lo que Ivereigh llama una midlife crisis, moldeó al futuro papa. “Yo creo que su pontificado ha sido el fruto de ese período”, afirma. “Él aprendió de eso una nueva forma de liderazgo… discerniente, confiado en la gracia de Dios.”

Durante su etapa de oscuridad en Córdoba, el entonces jesuita Bergoglio escribió sobre temas como la pasión, la paciencia y el fracaso. “Tiene un ensayo sobre el fracaso de Jesús, donde él habla de que Jesús realmente fracasó en todo”, explica Ivereigh. 

La gran enseñanza que extrajo de ese pensamiento fue que “se puede sembrar sin ver los frutos inmediatos”. De ahí nació, dice el biógrafo, “una forma de liderazgo basada en la paciencia, en aguantar, en confiar”. 

El dios que primerea

Uno de los conceptos más distintivos del Papa Francisco fue su idea de que “Dios nos primerea”. Ivereigh lo explica así: “Dios, el Espíritu Santo, siempre está más adelante de nosotros, de nuestras expectativas… Hay que abrirse a las posibilidades del Espíritu que están más allá de nuestra imaginación.”

Para Francisco, esta visión se traduce en un estilo de liderazgo tierno, compasivo, y profundamente paciente. “Dios es muy paciente con nosotros porque tiene mucha esperanza en nosotros en el futuro. Ahí está la esperanza”, dice Ivereigh.

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El fracaso de chile: «nunca perdió la paz»

Ivereigh no esquiva los momentos difíciles del pontificado, como la crisis de los abusos en Chile en 2018. “Fue un fracaso. Pero aún en los momentos de fracaso nunca pierde la paz y nunca pierde la esperanza.” Esa calma ante la tormenta, señala, tiene raíz en la experiencia de un Dios que acompaña incluso en la oscuridad más profunda: “Lo importante es mantener esa fe en esa futura acción de Dios.”

Durante su última etapa, marcada por la enfermedad, el Papa siguió mostrando señales de lucidez espiritual. “Estoy seguro de que sufrió mucho”, afirma Ivereigh. “Pero a pesar de eso, encontraba significado.”
Incluso desde el hospital, conservó su humor y su capacidad para ver el mundo con compasión. “Decía que desde la fragilidad se ve el mundo de otra manera. Dijo, por ejemplo: ‘Qué locura es la guerra’. Se ve más claramente desde la enfermedad.” 

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