Pasapalabra se ha convertido en uno de los programas de la televisión en España con más seguidores. Miles de españoles encienden cada noche su televisor para ver el show presentado por Roberto Leal. Desde hace ya unos cuantos meses, Rosa y Manu son los dos concursantes que luchan por hacerse con el rosco final y poder ganar un premio que aumenta con el paso de los días.
A comienzos de este mes de abril, Rosa Rodríguez cumplió cien programas en Pasapalabra. Una cifra redonda que Antena 3 ha aprovechado para hacerle una entrevista. La concursante gallega participó por primera vez el pasado 19 de noviembre y, desde aquella fecha, los espectadores están pudiendo disfrutar de un apasionante duelo con Manu.
«Me sentía muy novata», ha explicado sobre sus inicios, aunque confiesa que ha mantenido esa sensación hasta hace escasos programas. Además, asegura que no ha estado pendiente de la marca de longevidad que iba cumpliendo hasta llegar a esta cifra mágica del 100. Una vez alcanzada esta cima, comenta: «Es muy bonito».
Una relación especial con su rival
La gallega ha aparcado durante unos meses su trabajo como profesora para poder hacerse con el prestigioso premio del bote. «Me he tomado una especie de excedencia, porque esta es una oportunidad que tienes en la vida, entonces quiero sentir que he dado el máximo de mí. Le dedico bastantes horas diarias al estudio, no sabría decir cuántas», explica.
«Desde que me levanto, todo el día mentalmente estás ahí intentando absorber. Esto no es solo hincar los codos sobre la mesa, yo salgo por las mañanas y me pego un par de horas caminando por la montaña repasando mentalmente, con la aplicación Anki o repasando datos», argumenta.
En cuanto a su relación con Manu, rival por el bote desde el pasado mes de noviembre, Rosa también ha querido tener unas palabras. «Fue un guía estupendo, me hizo sentir supercómoda, me enseñó todo esto, estuvo muy pendiente de mí y estoy feliz de compartir esta experiencia con él», explica añadiendo que «es un encanto de chico».
Rosa también ha querido destacar la buena relación competitiva que tienen en cada enfrentamiento en la prueba final de Pasapalabra: «Es genial, es de estos concursantes que te empujan a tener que mejorar. Sabes que él tiene un nivel altísimo y va a por el bote, así que te empuja a estar a esa altura, pero de una buena manera. Hay una rivalidad muy sana».