Un senador demócrata viaja a El Salvador para reunirse con el migrante deportado por error por la Administración Trump

El senador demócrata estadounidense Chris Van Hollen se reunió este jueves en El Salvador con Kilmar Ábrego García, el hombre de origen salvadoreño deportado al país centroamericano por la Administración Donald Trump tras un «error administrativo» y bajo la acusación de pertenecer a una pandilla.

Ábrego se encuentra detenido en la megacárel Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) de El Salvador, tras ser deportado desde Estados Unidos a pesar de tener un estatus legal en el país norteamericano y de que una jueza ha advertido que este joven «no ha hecho nada».

Este encuentro ha sido confirmado por el senador Chris Van Hollen y eel presidente salvadoreño Nayib Bukele.

«Dije que mi principal objetivo en este viaje era reunirme con Kilmar. Esta noche tuve la oportunidad», ha escrito el demócrata en redes sociales, aunque sin dar más detalles de su encuentro. Se ha limitado a informar de que ha conversado con la mujer de este migrante deportado y que a su vuelta a EEUU «espero poder dar una actualización completa a mi regreso».

En la imagen, Van Hollen y Ábrego aparecen sentados en lo que parece un restaurante con vasos de agua en la mesa. De hecho, el propio Bukele ha aprovechado para ironizar con la instantánea y poner en duda las críticas que recibe el Centro de Connamient del Terrorismo (Cecot), la macrocárcel a la que fue enviado Ábrego y en la que se han denunciado malos tratos y condiciones vejatorias para los presos.

«Kilmar Ábrego García, milagrosamente resucitado de los ‘campos de exterminio’ y la ‘tortura’, ahora bebe margaritas con el senador Van Hollen en el paraíso tropical de El Salvador», ha afirmado Bukele en sus redes sociales, donde ha aseverado que «ahora que se ha confirmado su salud», a Ábrego «le corresponde el honor de permanecer bajo custodia de El Salvador»

Además, Bukele indicó, que «ahora que se ha confirmado su salud, le corresponde el honor de permanecer bajo custodia de El Salvador», en un mensaje acompañado por las banderas de Estados Unidos y El Salvador y dos manos unidas en un saludo.

Este encuentro con Ábrego se da horas después de que el político estadounidense buscara entrar al Cecot para verificar el estado del salvadoreño, lo que no fue posible porque un retén militar a unos metros de la entrada de la prisión se lo impidió.

Deportado por error

Kilmar Ábrego García fue deportado a mediados de marzo como parte de las políticas de Trump para expulsar a los migrantes ilegales del país, si bien en este caso el ciudadano salvadoreño gozaba de estatus de protección temporal concedido por un juez en 2019 tras abandonar su país de origen huyendo de la violencia.

La jueza federal Paula Xinis ordenó su repatriación, si bien la Administración Trump recurrió al Tribunal Supremo para que bloqueara la decisión. Sin embargo, el máximo tribunal estadounidense respondió que el Gobierno debía «facilitar» el regreso de Ábrego, pero sin dictar ninguna orden concreta al respecto.

Ahora, tanto las autoridades de Estados Unidos como el propio Bukele han rechazado la posibilidad de que Ábrego sea devuelto a territorio estadounidense. Por un lado, el salvadoreño se niega a liberar a quien considera es un «criminal», mientras que en Washington dicen no tener autoridad para ello.

Organizaciones de derechos civiles han cuestionado la falta de garantías o directamente la legalidad de estas deportaciones masivas impulsadas por Trump, especialmente después de que un juez federal ordenara su paralización por considerar inadecuada la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros, que data de finales del siglo XVIII.



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